montaje de una panadería con una foto del horno centenario de Pratdip que ha cerrado sus puertas
ACTUALIDAD

Cierra de un día para otro un histórico horno de pan tras casi 200 años

El horno centenario de Pratdip baja la persiana tras no poder asumir los costes ni hacer frente a la competencia industrializada

El horno de pan centenario de Pratdip ha cerrado sus puertas definitivamente y no seguirá elaborando pan tras 177 años de historia. Esto se debe al incremento de los costes, que no pueden asumir, y la imposibilidad de hacer frente a la producción industrial de la competencia. Además, el volumen de ventas no es suficiente para poder mantener este histórico establecimiento. 

"El negocio no da y no podemos coger a nadie. Para continuar habría que cambiar toda la maquinaria, una inversión que no podemos asumir", lamenta el responsable del negocio familiar. Jaume Escrivà es la quinta y última generación que lidera el negocio familiar. Hasta el pasado 31 de diciembre, Escrivà ha trabajado en el horno junto a su madre. 

La familia Escrivà no puede hacerse cargo del negocio

Pese a disponer del obrador y un horno de leña propio, el horno de pan centenario de Pratdip no ha podido generar lo suficiente. Según el panadero, la subida de los costes de producción y la oferta más económica de la competencia se han incrementado en los últimos años. Estos son los principales motivos por los que no han logrado las ventas necesarias para permanecer abiertos. 

Escrivà asegura que le resulta imposible mantener el negocio en solitario y que tampoco ha conseguido que nadie se haga cargo. Aparte, la maquinaría que utilizan es muy antigua, más lenta y no permite grandes producciones. Debido a esto, no pueden competir con los precios bajos que ofrece un horno industrial, y cambiarla supone un gasto que no puede asumir. 

El negocio, que data del año 1846, era el único establecimiento donde poder comprar pan en este pequeño municipio. Pratdip, situado en la provincia de Tarragona, cuenta con tan solo 700 habitantes. De ahora en adelante, los clientes del horno centenario de Pratdip tendrán que comprar en otra tienda, encargando el pan con anterioridad. 

Jaume Escrivà en su horno centenario en Pratdip que cierra sus puertas

Una situación que se repite

Este horno no es el único que ha pasado por esta situación en los últimos años. De hecho, según la Federación Provincial de Panaderos de Tarragona, han pasado de 150 agremiados a 75, en ocho años.

El presidente de dicha entidad, Manel Fresquet, ha atribuido este suceso al envejecimiento de los profesionales, y la falta de relevo generacional. También ha hecho referencia al aumento de costes y a la aparición de franquicias que ofrecen productos industriales.

A su misma vez, desde el Gremio de Panaderos de Tarragona han lamentado que "la profesión está mal en cuanto a panaderos artesanos. Vemos que no hay continuidad de los que se van jubilando. Están creciendo panaderías y otros con cafetería, pero la mayoría son franquicias, no hornos artesanos". Por último, el vicepresidente, Carlos Martínez, indica que este se trata de un oficio "sacrificado" y sin "demasiadas ventajas laborales".

➡️ Actualidad

Más noticias: