Javi y Vanessa, una mujer con gafas y un hombre con pijama oscuro, ambos con micrófonos, en el confesionario de Gran Hermano.
REALITY

Vanessa y Javi llegan al límite en 'Gran Hermano': amenazan con divorciarse

Vanessa y Javi amenazan con divorciarse tras sus continuas disputas en la casa de 'Gran Hermano'.

El matrimonio entre Vanessa y Javier ha alcanzado su punto más crítico dentro de la casa de 'Gran Hermano'.  Lo que comenzó como una relación sólida, incluso protagonizando el primer edredoning en la casa secreta, se ha deteriorado hasta niveles insospechados. De hecho, Vanessa ha amenazado con divorciarse y Javier ha insinuado abandonar 'Gran Hermano'.

Vanessa lleva días reprochando a su marido la falta de cariños:  "No quieres estar conmigo, te tengo que estar diciendo que te acerques la banqueta". Desde su entrada en la casa secreta, las discusiones entre ellos no han cesado, incrementadas tras pasar siete días separados.

El conflicto se intensificó cuando Javier, antes de mudarse a la casa principal de 'Gran Hermano' junto a Jorge, hizo un comentario que desató la ira de Vanessa. Bromeando sobre cómo fingir una enemistad con Jorge, Javier dijo:  "Para enfadarte conmigo piensa en Vanessa", un chiste que escuchó la concursante.

La furiosa reacción de Vanessa no tardó en llegar:  "Encima ahí está de risas y hablando con Óscar después de todas las que he tenido con él. Óscar ya vino con un conflicto contra mí.  Aquí el blanco soy yo y no le hago nada malo a nadie", se quejaba, visiblemente afectada.

A pesar de los intentos de Javier por calmar la situación, Vanessa no cedió. "Amor, tenéis que ir a terapia", le aconsejó Daniela, pero Vanessa fue contundente en su respuesta:  "No tengo que ir a ningún lado. Tengo que divorciarme y acabo antes".

Una pareja sentada en un sofá al aire libre, con Javier de 41 años y Vanessa de 39 años, ambos de Ferrol.
Vanessa y Javi llegan al límite en 'Gran Hermano': amenazan con divorciarse | Telecinco

A pesar de que Javier intentó disculparse: "Es una chorrada... solo era una broma... te pido disculpas",  Vanessa ya no estaba dispuesta a perdonar: "Puedes seguir dándole cuerda a los otros... No tengo nada que hablar contigo... Si te vas, me da igual", sentenció.

La tensión no hizo más que aumentar a lo largo de la noche. Javier, visiblemente frustrado, declaró:  "Me piro de aquí, así no me tengo que inventar una trama, hacerme pasar por argentino... Me voy a mi casa con mi hija y más feliz que dios porque yo no he venido a esto".

Vanessa, lejos de intentar retenerlo, le respondió con frialdad: "Siempre igual a la mínima que hay un problema. Te importa una mierda lo que siento. Ten claro que porque tú te pires, yo no me voy a ir". Javier, agotado por las constantes discusiones, concluyó: "Yo estoy harto de tus frases de que cuando salga, voy a estar solo. Si quieres el divorcio, pues nada, eso es lo que quieres. Tanto va el cántaro a la fuente... Déjame en paz, quédate aquí, disfruta y triunfa".

La madrugada terminó con una última conversación entre el matrimonio en la cama, donde Vanessa siguió firme en su postura: "Si quieres irte, vete, me da exactamente igual". Javier, sin poder soportar más la situación, le respondió que ya no aguantaba y que no soportaba los reproches.  "Si quieres irte, se acabó la relación. De santo tienes los cojones, te veo la mirada y no te conozco", concluyó Vanessa.

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