Los crímenes de Manzanares: Antonio Caba hizo vida ‘normal’ en el lugar de los hechos

La Guardia Civil encontró los cadáveres de Juan Miguel Isla y Jesús González Borrajo, dos empresarios desaparecidos de 2019 y 2022, sumergidos en dos pozos cercanos. 

Desde el pasado mes de marzo, cuando se recuperó el primer cuerpo, Gaspar Rivera y Antonio Caba se encuentran en prisión provisional. Ambos están acusados de haber acabado con los empresarios de Manzanares, en Ciudad Real. 

Mientras tanto, la investigación continua abierta y el juez ha empezado a interrogar a algunos testigos. Un amigo del presunto homicida declaró ante el letrado, asegurando que Antonio Caba “lo había engañado y manipulado”.

Según este testigo, camarero de profesión, aceptó participar en un fraude para hacerse con una de las fincas de Juan Miguel Isla, desaparecido el 25 de julio de 2022. “Ese contrato es falso total. Todo eso lo ha hecho Antonio Caba y me metió ahí…”, aseguró el testigo. 

Este camarero asegura que Caba copió la firma de la víctima de otro contrato para cerrar la venta cuando el hombre ya estaba muerto. Tras firmar la transacción, y con el legítimo dueño desaparecido, Antonio Caba se hizo con la finca y el testigo con la casa que había en dicha finca. 

El testigo asegura que Antonio Caba le decía que Juan Miguel Isla “se había ido por su cuenta”, cuando este preguntaba. “Me decía: ahora el gilipollas, que se ha ido por ahí”, asegura en su declaración. A otro testigo, le aseguró que Isla “podría haberse ido con prostitutas”. 

Desde aquel 25 de julio hasta enero de 2023, Caba y su amigo hicieron vida normal en dichas fincas. Según el camarero, Caba acudía con cierta frecuencia y “estaba obsesionado” con limpiar las cortinas. 

“En septiembre u octubre, él llegó allí y cogió dos o tres botes de aguarrás o algo de eso y lo echó por las paredes. Decía que para acabar con las pulgas y los mosquitos”, declaró el testigo. 

Al parecer, esos episodios se repitieron en varias ocasiones. “Me llamaba y me decía: ¿estás en el campo?, y, estando yo allí con mi pareja, llegaba él y cogía estos productos de limpieza y echaba como un loco al suelo”, relataba. 

Antonio Caba, que no declaró ante la Guardia Civil ni ante el juez, entró en prisión en marzo. También lo hizo Gaspar Rivera, un jubilado que confesó haberle ayudado a deshacerse del cuerpo de Juan Miguel Isla. 

Ahora, todavía no se conocen los resultados de la autopsia para saber como murieron Juan Miguel Isla y Jesús González Borrajo. Dicha autopsia revelará si los empresarios fueron arrojados a los pozos vivos o muertos. 

Además, también se está analizando una pistola Astra 9 de cañón largo, que podría haber sido utilizada para matarlos.