Bombero combatiendo un incendio en un depósito de vehículos con llamas intensas en el fondo.
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Las impactantes imágenes del brutal incendio de Valencia tras la DANA: otra desgracia

Un incendio descontrolado se declaró en un solar en Catarroja donde había acumulados vehículos destrozados por la DANA

El pasado lunes, un nuevo desastre afectó a la localidad de Catarroja, en Valencia. Un incendio descontrolado se declaró en un solar de la calle Sèquia Rascanya.

Este fuego se originó por la acumulación de vehículos dañados tras los destrozos provocados por la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos), que azotó la región semanas antes. La tragedia no solo dejó imágenes impactantes, sino también graves consecuencias para los afectados.

Un bombero combate un incendio en un depósito de coches apilados durante la noche.

El incendio comenzó a las 19:33 horas. La acumulación de coches, que habían quedado fuera de circulación a causa de la tormenta, fue la chispa que desató el fuego.

Estos vehículos, en su mayoría averiados por las lluvias torrenciales, estaban apilados en un terreno baldío, lo que facilitó la propagación de las llamas. En pocos minutos, las llamas alcanzaron una gran altura, y el humo negro cubrió el cielo de Catarroja, visible desde varios puntos cercanos.

El incendio fue especialmente peligroso debido a la naturaleza del material en los coches. La gasolina, los aceites y otros combustibles hicieron que el fuego se propagara rápidamente.

Un bombero con equipo de protección completa y casco sostiene una manguera mientras combate un incendio en un entorno oscuro y lleno de escombros.

Los bomberos del Consorcio Provincial de Valencia llegaron al lugar poco después de que se declarara el incendio. Inicialmente, una dotación de los bomberos de Catarroja se trasladó hasta el lugar. Posteriormente, se unieron dos dotaciones de Torrent, junto con un sargento y un oficial del Consorcio.

El trabajo de los bomberos fue arduo. A pesar de la gran intensidad de las llamas, los efectivos se esforzaron durante varias horas para controlar el incendio.

La labor se complicaba por la presencia de varios vehículos que seguían ardiendo y la peligrosidad de los materiales involucrados. La zona estaba llena de coches y restos de objetos inflamables, lo que dificultaba las tareas de extinción.

Mientras los bomberos trabajaban en la zona, el Centro de Coordinación de Emergencias mantenía comunicación constante con las autoridades locales. Se activaron varios protocolos para evitar que el fuego se extendiera a otras zonas cercanas, especialmente a las viviendas de la zona. La amenaza fue real, ya que las llamas podían fácilmente haberse propagado por el viento.

Por suerte, no hubo víctimas mortales ni heridos graves. Sin embargo, el incendio dejó una gran huella en la comunidad.

La imagen de los vehículos quemados y la columna de humo recordó los efectos devastadores de la DANA. Además, la acumulación de vehículos dañados es un problema que sigue afectando a muchas áreas tras las lluvias torrenciales.

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