Hallan en un pozo los restos de Jesús González, el empresario desaparecido en 2019

Tras una larga búsqueda, la Guardia Civil encontró ayer martes restos óseos en un pozo situado en una finca agrícola de Manzanares (Ciudad Real). Allí, se buscaba desde hace una semana a Jesús González Borrajo, el empresario de 55 años desaparecido en 2019. Finalmente, la UCO ha confirmado este miércoles a la familia que los huesos encontrados pertenecen al empresario. 

La búsqueda se inició el pasado miércoles, como continuación del hallazgo en marzo del cadáver del otro empresario desaparecido el verano pasado, Juan Miguel Isla. Sus restos también fueron hallados en el interior de un pozo. La relación de ambos casos se sitúa en que la última persona que vio a los dos con vida fue Antonio Caba, uno de los encarcelados por la muerte de Isla. 

Gracias a la confesión de su cómplice y también acusado, Gaspar Rivera, la UCO llegó hasta este nuevo punto. Los huesos se encontraban en el interior de un pozo de tan solo 40 centímetros de diámetro. El acceso al lugar no ha sido fácil para los agentes de la Benemérita, quienes han tenido incluso que diseñar un mecanismo con pinzas para poder trabajar en el mismo. 

Nueva pista en la búsqueda del empresario

Juan Miguel Isla desapareció el verano pasado tras llevar a cabo la venta de una finca familiar. El fallecido había cobrado un adelanto de 50.000 euros y tras ello se le perdió completamente el rastro. En la transacción fue acompañado por un intermediario.

Jesús González Borrajo también realizó una venta antes de desaparecer. El empresario vendió dos coches de alta gama y tenía 14.000 euros en efectivo en concepto de señal. En su transacción también fue acompañado por el mismo intermediario.

Esta persona encargada de asistir junto a los empresarios en sus compra-ventas era Antonio Caba. En ambas ocasiones, coincide que este hombre fue la última persona en ver a los dos con vida tras finalizar sus negocios. Tras el hallazgo del cuerpo de Isla, el intermediario fue encarcelado junto a su cómplice, Gaspar Rivera, acusados de asesinato. 

Ahora, la Guardia Civil ha seguido una nueva pista que vuelve a relacionarlos con la muerte del otro desaparecido en 2019. El cómplice ha sido quien ha implicado a Caba en ambos crímenes tras su confesión en sede judicial. Por el momento, sus palabras han sido las que han conducido a los agentes hasta el lugar en el que se encontraban ambos cuerpos.

Debido a la dificultad para rescatar los restos, se han sumado al operativo efectivos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) y del Grupo de Rescate Especial de Intervención en Montaña (Greim). Por su parte, tanto Caba como Rivera han estado presentes durante el registro de la finca agrícola.