Detenido por conducción temeraria en Ávila mientras le hacían una felación
La Guardia Civil multa a un conductor por la inusual acción de su acompañante
Un hombre ha sido multado por la Guardia Civil de Tráfico cuando estaba conduciendo por una carretera de Ávila mientras le estaban realizando una felación.
Estamos hablando de un comportamiento al volante por el que le van a quitar a este hombre seis puntos del carnet de conducir. Y por el que le han impuesto una multa de 500 euros, según han confirmado a la Agencia EFE fuentes del instituto armado.
Este inusual suceso tuvo lugar en la carretera CL-501 a la altura de La Adrada a eso de las 10:21 del pasado viernes 18 de agosto.
Lo cierto es que la sanción no ha salido a la luz hasta días más tarde, concretamente este sábado 19 de agosto. Y todo después de hacerse viral la curiosa multa que ha sufrido este hombre.
El caso es que la multa que toda España ha visto fue escrita por un agente que detalló el incidente como hecho denunciado por "conducir de forma temeraria".
Se hace viral la multa a un conductor a causa de una felación de su acompañante
El citado agente expuso que el conductor iba con la ropa interior bajada y su acompañante en el asiento del copiloto con la cabeza entre las piernas de dicho conductor.
Cuando el agente de la Guardia Civil le mandó detenerse, este hizo caso omiso, aunque finalmente lo hizo metros después sin respetar las órdenes de las autoridades. Una vez que se acercaron al conductor, este ya se estaba subiendo la ropa, recoge la citada sanción.
Según ha declarado la Guardia Civil a Efe, al hablar de una denuncia por conducción temeraria, los agentes tienen que especificar cuál es esa situación que se ha producido con detalle.
Lo cierto es que desde la Benemérita también se está investigando cómo es posible que se haya difundido esta información. Y sobre todo que se haya hecho viral, ya que podía vulnerar el honor del conductor, además del honor de su acompañante.
Por si fuera poco, la denuncia pone el foco por completo en el artículo 3 del Reglamento General de Circulación. Este deja claro que debe producirse siempre una "conducción con diligencia y precaución necesaria para evitar todo tipo de daño propio o ajeno".
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