Captan en directo un nuevo intento de robo en el metro de BCN y lo suben en las redes

Agresiones, robos, peleas, consumo de drogas e incivismo, esta es la realidad cotidiana con la que tienen que convivir a diario los usuarios del metro de Barcelona. Este transporte que utilizan más de un millón de personas al día se ha convertido en el fiel reflejo de la acelerada degradación experimentada por la ciudad condal en los últimos años. Las víctimas son los pasajeros, muchos de los cuales capturan este tipo de situaciones y lo suben a las redes sociales como una forma de denuncia social.

Uno de los principales delitos que se cometen en el metro de Barcelona son los robos y los hurtos, que están a la orden del día. Un pasajero ha captado a un presunto carterista tras ser interceptado cuando quería cometer un robo, y lo ha subido a X. Asegura que se trata de un carterista que ha robado un teléfono móvil a una pasajera en la L4 en Verdaguer, “y cuando nos hemos dado cuenta lo ha soltado”.

Según los últimos datos, un 70,2% de los delitos que se producen en el transporte público de Barcelona tienen lugar en el metro. Las líneas más peligrosas son la 1, la 2 y la 5, y las paradas de Urquinaona, Plaça Catalunya, Universitat y Passeig de Gràcia son donde se cometen más delitos. El incremento de la delincuencia hace que la policía y los vigilantes de seguridad se vean desbordados, lo cual aumenta la sensación de inseguridad.

Compromiso para mejorar la seguridad en el metro

Esta situación ha llevado a varios partidos a impulsar un plan de mejora de la seguridad en el metro de Barcelona. La medida fue propuesta por el PP en la Comisión de Presidencia, Seguridad y Régimen Interior, y contó con los votos favorables de Junts, PSC y Vox y las abstenciones de ERC y los Comunes. El plan prevé más presencia de Guardia Urbana y Mossos d’Esquadra, y más seguridad privada en las estaciones más problemáticas. 

Los populares denunciaron la inseguridad creciente en el metro de Barcelona y señalaron como responsables a los últimos gobiernos de Ada Colau y Jaume Collboni. Ante la desprotección que sienten los pasajeros del metro de Barcelona, en los últimos años han proliferado las llamadas patrullas urbanas. Se trata de ciudadanos organizados a través de las redes sociales para alertar sobre la delincuencia y actuar in situ para frenar a los carteristas.