El bonito regalo de Luciano, conocido como Super Lucky, al morir de cáncer con 7 años
Antes de morir, Luciano Emanuel Padilla, conocido como “Super Lucky”, dejó un legado precioso a sus amigos y compañeros
Luciano Emanuel Padilla Mosquera, conocido como “Super Lucky”, falleció el pasado 5 de noviembre a las 4:17 de la madrugada. Tenía solo 7 años y había luchado con valentía contra un tumor cerebral. Aunque ya no está, su generosidad ha dejado una huella imborrable.
El bonito regalo de Super Lucky a sus amigos
Antes de su partida, Luciano decidió donar su colección de Playmobil al área de Oncología del Hospital Virgen de la Arrixaca en Murcia, donde pasó gran parte de su tratamiento. Estos juguetes, que le trajeron alegría durante su enfermedad, ahora serán una fuente de entretenimiento para otros niños hospitalizados.
Además, “Super Lucky” quiso agradecer a sus amigos del Colegio Cervantes de Molina de Segura por su apoyo. A los compañeros que le enviaron cartas de ánimo mientras estaba en el hospital, les dejó sus coches deportivos y pistas de Hot Wheels. A sus amigas les regaló su colección de plastilina, con la que solía crear y soñar.
Su madre, Tatiana Mosquera, reflexionaba en el medio El Español sobre la necesidad de invertir en investigación contra el cáncer infantil. “Después de Luciano, quedan muchos niños con cáncer, y si no encontramos una cura, se perderán. Hace falta inversión en investigación contra los tumores”, afirmó.
La historia de “Super Lucky” comenzó en noviembre de 2021, cuando a los 4 años le diagnosticaron un tumor cerebral. Desde ese momento, su madre lo animó diciéndole que era un superhéroe.
La comunidad de Molina de Segura y el personal del Hospital Virgen de la Arrixaca han elogiado la valentía y generosidad de Luciano. Su decisión de donar sus juguetes refleja un espíritu altruista poco común a su edad, y ha tocado a quienes lo conocieron.
La historia de “Super Lucky” ha llegado más allá de su entorno cercano. Su ejemplo ha inspirado a muchos a valorar la vida y a ser solidarios con quienes enfrentan enfermedades graves. Su legado es un recordatorio de la importancia de la empatía y el apoyo en momentos difíciles.
La familia de Luciano sigue promoviendo la importancia de invertir en investigación oncológica pediátrica. Esperan que, en el futuro, otros niños tengan mejores oportunidades para superar enfermedades como la que enfrentó Luciano. Su historia es un llamado a la acción para sociedad e instituciones, destacando la necesidad de más recursos en la lucha contra el cáncer infantil.
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