Isidre y Dolors Orrit, desaparecidos en Manresa el 5 de septiembre de 1988
SUCESOS

35 años sin Isidre y Dolors Orrit: 'Se los llevaron en una silla de ruedas'

Un nuevo testigo y un documental reabren el caso de los hermanos desaparecidos en un hospital de Manresa

5 de septiembre de 1988. Isidre Pires Orrit, de 5 años, estaba ingresado en la habitación 229 del hospital Sant Joan de Déu de Manresa. Con él estaba Dolors, su hermana de 17 años, que lo cuidaba aquella noche. Han pasado casi 35 años y no se sabe nada de los hermanos. 

María Orrit y Alfredo Pries, padres de los niños, tuvieron 15 hijos. Dos meses antes de la desaparición de Isidre y Dolors, el padre muere de un cáncer de laringe. 

De un ingreso a una desaparición en 3 días

El 27 de agosto, Maria lleva al pequeño Isidre al médico porque tenía anginas. Lo que le recetaron no le hizo efecto, así que la madre volvió a llevar a Isidre al médico. Este otro médico le da al niño penicilina. El 2 de septiembre, María vuelve a llevar a su hijo al médico porque la penicilina le ha hecho una reacción alérgica y los médicos deciden ingresarlo. 

“Yo no entiendo por qué se ingresa a un niño por este tema. Le salieron yagas en la boca y no podía comer bien, comía triturado. Le curaban con yodo y un bastoncito. No sé por qué lo tuvieron que ingresar”, lamenta Mari Carmen, una de las hermanas. 

Las hermanas mayores de Isidre se turnaban por las noches para cuidarlo, ya que su madre trabajaba todo el día limpiando en casas. La noche del 4 al 5 de septiembre, Dolors se quedó con Isidre. 

Fotografias de Dolors e Isidre Orrit Pires, desaparecidos en sepriembre de 1988 en Manresa

A las 09:00 horas del 5 de septiembre, la Guardia Urbana se persona en casa de la familia Pires Orrit, en la ‘Fábrica Vermella’ de Sallent. Allí le preguntan a María por el paradero de Isidre y Dolors. María contestó que sus hijos se encontraban en el hospital Sant Joan de Déu. "En el hospital no están", respondieron los agentes. 

María fue hasta el hospital en busca de sus hijos, pero nadie les dijo nada.  Los niños habían desaparecido y nadie había visto ni escuchado nada extraño. 

La familia Orrit sospechaba del hospital

Desde el primer momento, María y el resto de sus hijos, sospecharon del hospital, y realizaron batidas para encontrar a Isidre Dolors. En la habitación del hospital no había signos de violencia, solo las gafas de Dolors. 

"Mi hermana no estaba preparada para poderse escapar, era una niña muy introvertida y tenía una discapacidad visual, que se detectó un poco tarde, y le costó el aprendizaje. Cuando vieron que necesitaba gafas, era mayor, no se sabía ni las letras, no podría desenvolverse por ella misma", cuenta Mari Carmen. 

Mari Carmen, denuncia que la policía, le dijo a su madre que debía esperar 48 horas para poner la denuncia de desaparición de Isidre y Dolors. Además, la búsqueda de los menores se realizó tarde. 

Familia Orrit Pires, antes de la desaparición de Isidre y Dolors

“Los perros tardaron 15 días en rastrear el centro médico; los primeros interrogatorios se hicieron pasados seis años de la desaparición", asegura la hermana de los desaparecidos. 

El hospital se desentendió de la desaparición de los hermanos Orrit alegando que el centro no era una cárcel y que “entraba y salía quien quisiera”. El médico que llevaba al niño no ayudó mucho más. "Dijo que se iba de vacaciones a Turquía y que por una trastada no se las iba a perder", cuenta Mari Carmen. 

La sustracción de la familia paterna, otra línea de investigación

Otra de las líneas de investigación que se barajaron fue que la familia de Alfredo Pires, padre de los niños, se los llevara. Una mujer que trabajaba en la cafetería del hospital, aseguró haber oído como los tíos de Isidre y Dolors decían que María debía dar en adopción a los niños cuando Alfredo muriese. 

Un investigador privado siguió esta línea que apuntaba a Delfina, abuela paterna de los niños, y a sus dos hijos, hermanos de Alfredo. Según cuenta el investigador, el comportamiento de Delfina y de sus hijos era sospechoso. Pese a eso, nunca se llegó a nada más. 

Isidre Pires Orrit, desaparecido el 5 de septiembre de 1988, junto a su hermana Dolors, en Manresa

Los investigadores también descartaron el secuestro, ya que la familia Orrit era de clase media-baja y no tenían con qué poder pagar un rescate. 

“Una policía me dijo que igual querían al niño para una adopción y a mi hermana se la habían llevado a un sitio de prostitución”, recuerda con tristeza Mari Carmen.

Un nuevo testigo

Tras años de investigaciones, la justicia contempló la hipótesis del rapto de Isidre y la inducción al abandono del hogar de Dolors. El caso se archivó en 2016, tras muchas idas y venidas y ninguna pista. 

En 2021, un nuevo testigo se puso en contacto con el programa Viva la vida de Telecinco para aportar nuevas pistas sobre el caso. 

Aquel 5 de septiembre de 1988, Jesús estaba acompañando a su hermano en el hospital, ingresado por un ataque asmático. El hombre, que por aquel entonces tenía 13 años, se escapó a fumar a una sala habilitada para ello en el hospital. 

Fue entonces cuando escuchó gritar a los niños. ”Un hombre vestido de médico se los lleva en una silla de ruedas", recuerda Jesús. El por aquel entonces niño, vio como sentaban a Dolors en una silla de ruedas mientras tenía a Isidre en brazos.

Jesús contaba, además, que siguió la silla de ruedas hasta un sótano donde “les pusieron una inyección y los taparon con una sábana blanca”. Según el hombre, había tres personas vestidas de médico en aquella sala fúnebre. 

Tras el testimonio de Jesús, este 2023, Ferran Ureña y Marc Solanes, han estrenado un documental sobre el caso de Isidre y Dolors, Els Orrit. Con él, han conseguido que el caso de los hermanos Orrit se reabra 35 años después.

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