Vodafone rectifica y se echa para atrás en el último momento: es muy peligroso
Vodafone se había fijado en un operador con intención de expandirse, pero finalmente decide aparcar la compra
Las compras y fusiones entre operadores se han convertido en algo común en el mundo de las telecomunicaciones. Sin embargo, no siempre las operaciones se cierran con éxito.
Es lo que acaba de ocurrir con Vodafone, que recientemente decidió dar un paso atrás en su intento de adquirir el negocio minorista de Adamo. Este es un operador especializado en ofrecer servicios de telecomunicaciones a zonas rurales. Esta decisión ha sorprendido a muchos, especialmente cuando parecía que Vodafone estaba en una posición privilegiada para cerrar el trato.
El interés de Vodafone por Adamo
Vodafone había mostrado un fuerte interés en hacerse con la base de clientes de Adamo. La idea del operador británico era aumentar su cartera de clientes en estas áreas, donde Adamo tiene una presencia destacada. Este tipo de adquisiciones son habituales cuando las grandes empresas buscan expandir su cobertura y obtener una mayor cuota de mercado.
Pero no solo Vodafone había mostrado interés por Adamo. Movistar y Orange también se habían acercado al operador rural con la idea de hacerse con su negocio. No obstante, la compañía británica era la que más cerca parecía estar de concretar la operación.
Vodafone aplaza la compra
Vodafone ha decidido aparcar la compra del negocio minorista de Adamo en el último momento. Y esto a pesar de ser la opción más avanzada en las negociaciones.
La razón de esta decisión tiene que ver con la diferencia entre el valor real de Adamo y el precio que piden para la operación. Así lo recogía recientemente El Economista.
Adamo exige una cifra de 300 millones de euros por su negocio minorista, una cantidad que Vodafone considera excesiva. El valor real de un operador, como es el caso de Adamo, se determina principalmente por el coste de captación de clientes. Este coste incluye todos los gastos asociados a la publicidad, la instalación de la fibra en los hogares de los usuarios y otros gastos operativos que se realizan para captar clientes.
En el caso de Adamo, el coste de captación por cliente en España se estima en unos 500 euros. Si multiplicamos esta cifra por los 210.000 clientes de telefonía que tiene Adamo, el valor total de esos clientes sería de 105 millones de euros. Esta cifra es considerablemente inferior a los 300 millones que Adamo está pidiendo por su negocio.
300 millones son un problema para Vodafone
El precio solicitado por Adamo de 300 millones de euros plantea una gran diferencia con el valor real de la empresa. Para entenderlo mejor, hay que tener en cuenta que los 300 millones propuestos no solo se basan en el valor de los clientes. También en otros factores intangibles como las expectativas de crecimiento, la infraestructura y las futuras oportunidades de expansión.
Sin embargo, Vodafone considera que estos aspectos no justifican el precio elevado. Las negociaciones entre empresas suelen verse influenciadas por estos factores. En este caso, el operador ha decidido que no está dispuesta a asumir el riesgo de pagar un precio tan alto por un valor sobrevalorado.
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