Uno de los errores más comunes, y también más fácil de corregir, es recogerse el pelo demasiadas veces, Las coletas o las trenzas son muy cómodas, sobre todo cuando hace calor, pero también pueden dañar y desfibrar nuestro cuero cabelludo. Así que lo mejor es evitar someter a nuestro pelo al estrés de las bandas elásticas y las horquillas.
La vitamina C está presente en una gran variedad de frutas, como el Pomelo, el limón, la mandarina o la lima. Se trata de un potente antioxidante, que interviene de forma directa en la formación de colágeno, una proteína necesaria para que la piel se conserve firme y elástica. Si no quieres perder ninguna vitamina, mantén los cítricos frescos y no los peles hasta comértelos.
A todos nos ha pasado. Llegamos a casa después de una noche movidita y lo primero que hacemos es atracar la nevera. El hambre está lleno de misterios, y es muy probable que nos llegue a las horas más extrañas, pero no debemos hacerle caso. Comer después de la medianoche no ayuda a la digestión, sobre todo si no escogemos correctamente qué ingerimos. Lo mejor, si es difícil resistirse, es escoger algo para picar lo más saludable, como la fruta fresca o seca.
Las zanahorias son una gran fuente de betacaroteno, un precursor de la vitamina A, que reduce la flacidez y las arrugas. De hecho, se recomienda su consumo antes de una exposición al sol, para que el bronceado sea más uniforme y duradero. Además, cuenta con propiedades fotoprotectoras, aunque en ningún caso pueden substituir una buena crema de protección solar.
Puede parecer obvio, pero no siempre cumplimos con esto. La higiene y los cuidados están bien, pero no te olvides de que tu piel necesita respirar y recuperarse. Evita las duchas largas, ya que eliminan los aceites naturales de la piel. Además, es recomendable optar por el agua tibia en lugar de la caliente.
El pelo es de las cosas que más tenemos que cuidar, ya que se traga de nuestra tarjeta de presentación ante el mundo. Poseer un cabello radiante nos hará parecer más jóvenes. Por eso, debemos evitar hacerle daño con la plancha o el secador, especialmente cuando aplicamos un calor excesivo. Si controlamos este pequeño detalle nuestro pelo no se estresará y seguirá siendo brillante y fuerte por más tiempo.
Los tomates, especialmente los maduros, son la fruta (que no verdura) con una mayor cantidad de licopeno. Se trata de una substancia que protege a nuestras células frente a los daños externos. Además, también se cree que tiene una acción preventiva ante el desarrollo de ciertas patologías, como el cáncer o las enfermedades cardiovasculares. No te preocupes, puedes consumir los tomates cocidos, ya que, de hecho, así se asimila mejor el licopeno.
Tener arrugas alrededor de los ojos es la pesadilla de cualquiera. Son las más odiadas por las mujeres, por lo que hay que tomar cartas en el asunto. El uso de gafas de sol es bueno, en primer lugar, para evitar que la luz excesiva perjudique a nuestros ojos. Los rayos UV pueden ser muy dañinos, especialmente para los que tienen ojos claros.
Al mismo tiempo, si nos molesta menos el sol cerraremos menos los ojos, por lo que reduciremos el nombre de arrugar alrededor de los ojos. En definitiva, desaparecerán las tan temidas y antiestéticas patas de gallo.
Los frutos rojos son otros ingredientes que rebozan de vitamina C y flavonoides. Las fresas, las frambuesas, las moras y los arándanos contienen propiedades antioxidantes, esenciales para evitar la destrucción celular y el envejecimiento prematuro. Para evitar que pierdan propiedades, lo mejor es lavarlas enteras en agua fría y mantenerlas alejadas de las fuentes de luz y calor.
La piel hay que cuidarla muy bien, la de la cara es la que se ve más expuesta a los rayos de sol. Es por eso que, para mantenerla joven y saludable, hay que usar con cabeza el protector solar. Para las pieles más oscuras se recomienda una protección media, mientras que para las claras se necesita una protección alta o muy alta, en función de la sensibilidad al sol. Esto es recomendable tanto en verano como en invierno.
La oxidación celular es un proceso que tenemos que combatir con todas nuestras fuerzas si lo que queremos es rejuvenecer nuestra piel. Un buen aliado son los frutos secos. Las almendras, los pistachos o las nueces contienen vitamina E, y estas últimas también son ricas en cobre, un gran antiinflamatorio. Así que ya sabes, no está de más añadir estos ingredientes a tus guisos o ensaladas.
El descanso es fundamental para tener un aspecto radiante, pero incluso cuando se trata de dormir cometemos ciertos errores. Uno de los más sonados, y que no respeta para nada nuestra piel, es frotar la cara sobre la almohada durante el sueño. Si queremos evitar arrugar innecesarias, lo mejor es dormir boca arriba. De esta manera, seguro que no nos despertamos con la cara hinchada.
¿Sabías que las verduras de hoja verde, como las acelgas o las espinacas, contienen una gran cantidad de vitamina E? Esto quiere decir, a grandes rasgos, que son ideales para proteger tu piel frente al estrés oxidativo. Para aprovecharlas al máximo, lo mejor es cocinarlas con poca agua y durante el menor tiempo posible.
Apostar por las dietas excesivamente invasivas o desequilibradas puede tener efectos negativos en nuestra piel, cabello o incluso en las vitaminas de nuestro cuerpo. Escoger una dieta adecuada es la base de una buena salud, por lo que se recomienda consultar siempre a un profesional. Si descuidamos ciertos alimentos podríamos estar perdiendo nutrientes esenciales para mantener un buen aspecto físico.
Un gran problema si quieres proteger tu piel la pérdida de tono muscular y el descolgamiento de la piel del rostro. Es por esto que las proteínas que puedes obtener de la carne y de los huevos resultan necesarias. Además, estos alimentos te aportarán vitamina B6, selenio (que evita el envejecimiento prematuro y previene las manchas y la falta de elasticidad). Para conservar todas las propiedades, lo mejor es cocinar estos alimentos asados o a la plancha.
Aunque no lo parezca, está muy extendido el hábito de no quitarse el maquillaje antes de ir a dormir. Y no puede ser algo más nocivo para nuestra piel, ya que tener los poros tapados acelera el envejecimiento de la piel y no permite que respire lo suficiente para poder regenerarse por la noche.
Como resultado de esto, nuestra piel se verá opaca y con signos evidentes de poco cuidado: granitos, puntos negros, etc. Lo mejor es limpiar la piel, aplicar una crema hidratante y dejar que la piel la absorba lo mejor posible. Hay que escoger siempre el desmaquillante adecuado para nuestra piel, y el cambio será evidente al siguiente día.
Nuestra piel ya tiene sus propios mecanismos de regeneración, y un buen ejemplo son sus aceites naturales. Si queremos un aspecto rejuvenecido, debemos proteger dichos aceites, y un gran enemigo para ellos son los jabones y detergentes fuertes, que los eliminan. Es preferible usar limpiadores suaves, que respeten nuestra piel.
Cualquier movimiento de los músculos de la cara involucran, naturalmente, nuestra piel. Los estiramientos continuados y los movimientos poco naturales no harán, sino, acelerar la aparición de arrugas y defectos. Es por eso que debemos intentar prestar mucha atención y concentrarnos en nuestra respiración, para no forzar demasiado nuestra piel. De esta manera, también mejorarán los resultados de nuestros ejercicios.
Demasiado estrés puede perjudicar gravemente a nuestra piel, lo que puede desencadenar brotes de acné y problemas cutáneos. Es por eso que, para mantener la piel sana, debes tener bajo control el estrés, dormir lo suficiente y recortar tu lista de tareas pendientes. Tienes que encontrar tiempo para ti mismo, y los resultados se notarán enseguida.
Uno de los peores hábitos, quizás el peor, cuando se trata de efectos nocivos para nuestra piel es el de fumar. Dejar de fumar no solo implica beneficios para nuestra salud, evitando la posibilidad de sufrir enfermedades graves. También nos ayuda a evitar el envejecimiento prematuro de la piel.
El tabaco ayuda a la formación de las arrugas, y modifica el brillo del cutis. Si conseguimos dejar de fumar no solo nos lo agradecerá nuestro cuerpo, sino que también lo notará nuestro bolsillo y nuestra salud.