Bandera de Portugal

Se habla del tercer rescate: Portugal

La historia de Portugal repite alguno de los capítulos ya vistos por Dublín y Atenas

Y cayó Portugal. En los últimos días me han hecho varias preguntas sobre si la película cambia un poco respecto a Irlanda o Grecia, expliquemos un poco de qué va todo esto y las repercusiones que el abrazo del oso, perdón, “rescate” financiero de la UE, tendrá. Ya vamos tres. Ha caído el país:

  • Más pobre de los que originalmente crearon el € en 1999: a diferencia de otros países de la UE, no ha experimentado un crecimiento económico descontrolado durante la efervescencia de “su burbuja”. Desde 2000, el PIB de Portugal, de media, ha crecido menos de un 1%, de los más bajos de Europa. Un paro del 11,1%, eso sí, con importantes prestaciones por desempleo. Este año se espera su PIB caiga un 1,4%.
     
  • Los peores resultados educativos: solo el 28% de los portugueses entre 25 y 64 años tiene terminados sus estudios de bachillerato. Algo común en el sur de Europa: Portugal, España, el sur de Francia e Italia, etc. En Alemania, este porcentaje es del 85%, del 91% en la República Checa y del 89% en USA.
     
  • Una economía basada en el turismo, la propiedad y el sector financiero. Debe ser cultura ibérica.
     
  • Un país que ha invertido mucho en los últimos años por convertirse en líder (es 3º, solo tras Islandia y Dinamarca) en generación eléctrica mediante renovables.
     
  • Durante años ha vivido una burbuja financiera e inmobiliaria (tampoco muy disparatada como España) que hizo crecer sueldos y deudas por encima de sus posibilidades. Eso sí, la competitividad por los suelos, los países del sur de Europa, más endeudados, a la cola de la competitividad.
     
  • Como Grecia y España, sufrió una dictadura muy conservadora (no quería el desarrollo cultural y educativo del país)  y represiva durante muchos años, desde 1926 y 1974 (tras la Revolución de los Claveles del 25 de Abril). Durante la dictadura, la educación no era obligatoria.
     
  • Un mercado inmobiliario de la propiedad muy burocrático y complejo, con muchas regulaciones. Eso sí, para los portugueses, porque el objetivo era atraer la riqueza europea a los “paraísos portugueses”.
     
  • Competitividad futura difícil: El sector textil de bajo coste que caracterizó a Portugal durante años ahora está en Asia. El bloque de Europa del Este ofrece sueldos más bajos que los portugueses. Tendrá que buscar una competitividad alejada de los bajos salarios y precios. Con un sector educativo endeble, difícil tarea. Otra situación común con el resto de vecinos del sur de Europa.
     
  • Como España, altas tasas de inmigración de los países que colonizó. En el caso de Portugal, Angola y Guinea-Bissau.
     
  • Como le pasa a Grecia y España, comparte moneda (el €) con un bloque de países mucho más fuertes como Finlandia, Alemania, Austria o los Países Bajos.
     
  • Un país con una organización territorial que es un trabalenguas.
Bola del mundo verde sostenible
Portugal invertido mucho en los últimos años por convertirse en líder en generación eléctrica mediante renovables | Getty Images

Todo esto ha llevado a este país a la siguiente situación resumida:

  • El déficit público del 2010 está cercano al 10% y no por debajo del 7% como había dicho el gobierno portugués (lo que el ministro de finanzas reconoció en el debate parlamentario sobre el plan de austeridad).
     
  • Portugal gasta más de 4 euros por cada 3 que ingresa, un gasto público desenfrenado. El gobierno estaba invirtiendo en proyectos de infraestructuras (energía hidráulica, tren de alta velocidad hasta Lisboa que parece se detendrá, etc.)
     
  • Tampoco había perspectivas de mejora, a los tipos actuales, para 2015, mientras que España pagaría en intereses de la deuda más del 4% del PIB, en Portugal es del 8% o de más del 10% de los griegos e irlandeses.
     
  • El superávit presupuestario de febrero (que en Portugal me cuentan se vendió como éxito del gobierno) fue obtenido por retrasar pagos, un mero espejismo vamos.
     
  • La deuda pública estará por encima de los 90%, con un descontrol de las empresas del estado.

A finales de Marzo, el parlamento portugués rechaza el 4º plan de austeridad del gobierno en minoría de José Sócrates (junto a Papandreu y Zapatero, los únicos dirigentes socialistas que quedan por Europa de los 24 neoliberales, como siempre dice Soares). Antes lo había presentado en Berlín y Bruselas sin siquiera consultar a la oposición ni al Presidente Cavaco. Ante este rechazo, Socrates presenta su dimisión y se convocan unas elecciones el 5 de Junio, no sin antes culpar a la oposición de la situación económica y del inevitable rescate. En Irlanda, el Gobierno anterior pidió el rescate para después de convocar las elecciones. En Portugal es el dimitido Gobierno en funciones el que está pidiendo la ayuda.

En los últimos meses-años, el déficit no paraba de crecer, con ello la deuda, así que, ¿Quién prestaría dinero barato a Portugal? Nadie. De hecho, el bono portugués y el griego ya andan por récords históricos. Ante todo esto, ¿qué puede hacer Portugal ahora? Pues creo que pocas alternativas, salvo aceptar el “rescate” (sic) de la Unión Europea. ¿Problema? Que lo que exige ahora Bruselas a Lisboa es un recorte social y fiscal más duro al que derribó al gobierno de Sócrates, a cambio de ayuda financiera. Resumiendo:

  • Presumiblemente (aún no está cerrado), 80.000 millones de € (cifra entre lo que necesitó Irlanda, algo menos, y los 110.000 de Grecia). Más o menos, el 50% del PIB portugués. 2/3 los pone la UE, y el otro 1/3 el FMI. España avalará unos 5.000 millones de €. Lisboa y Bruselas deben ahora negociar, y en la reunión del Ecofin y de los ministros de Economía del Eurogrupo del 16 de Mayo aprobarlo.

    El Fondo Europeo de Estabilización Financiera, emitirá luego bonos (¿De dónde pensabais que salía el dinero? Del casino, claro) para captar en “los mercados” (los de siempre, no los de lechugas) el primer plazo del préstamo. Eso sí, este fondo incluye un mecanismo para reestructurar la deuda (por lo que ya presupone que no serán capaces de devolver, ni rescate mediante, todo lo que deben), así que los bancos con exposición a estos países periféricos no van a ver todo el dinero que prestaron a buen seguro (intuición masculina). Los préstamos del fondo de rescate solo son hasta 2014. Luego vendría la reestructuración.
Flecha descendente con dinero
En los últimos meses-años, el déficit no paraba de crecer, con ello la deuda | Getty Images

  • Las principales líneas de ajuste de este “abrazo del oso” de la ya famosa pareja UE-FMI:
    -Pensiones: Impuesto extraordinario a las pensiones superiores a 1.500 € mensuales y congelación del resto, salvo las mínimas
    -Privatizaciones: Empresas públicas del sector de la construcción, energía, servicios postales, infraestructuras aeroportuarias y transporte ferroviario. El programa podría incluir la privatización de Caixa Geral de Depósitos, la primera entidad financiera y de seguros del país.
    -Menos deducciones: En gastos de salud y educación, beneficios fiscales para empresas, etc.
    -Educación y sanidad: Recortes en medicamentos y control de recetas, cierre de colegios con menos de 21 alumnos, etc.
    -Austeridad regional: Las regiones tendrán 168 millones menos de presupuesto. Las subvenciones a empresas y autónomos también se recortarán en 760 millones.

La historia de Portugal es la de siempre. Es tarde para actuar. No se han tomado medidas antes, y encima no se ha informado de la situación de las cuentas públicas (después de haber dicho lo contrario en las elecciones de 2009 y de cambiar continuamente los números durante el 2010). Los problemas mejor tratarlos de solucionarlos antes para no lamentar después. Ahora a Portugal le toca “eliminar las rigideces en los mercados laborales y de productos” (sic), “un crecimiento equilibrado y reducir los desequilibrios interior y exterior” (sic), “asegurar la posición económica y social de los ciudadanos” (sic), etc.

¿Y qué se puede hacer antes? Unos te dirían, que tener una política presupuestaria coherente y pasar reformas estructurales antes de la crisis. Otros, no haber entrado en la Unión Europea, que no era obligatorio, ¿eh? Eso sí, no quiero con esto eximir de culpa alguna a los ya famosos “mercados”. No sé hasta qué punto se puede afirmar (como he leído estos días) que la especulación ha tumbado a Portugal (como en su día también se dijo de Grecia e Irlanda) y quitado su soberanía,

Otro de los puntos que no quería dejar en el aire es el tema de si Alemania es la que realmente rescata o si se rescata a sus bancos. Es cierto que Alemania pone más dinero que nadie (cosas de las matemáticas y eso de la proporcionalidad). 

Vale, los bancos alemanes son los más expuestos. Como decía la noticia de ayer de The Economist, la mayor exposición no era de los dos grandes alemanes (Deutsche Bank y Commerzbank), sino de algunos en manos públicos y de menor tamaño. Aun así, nada que pudiera hacer tambalear el sector financiero alemán de 2,5 billones de € (escala europea), salvo que la crisis llegase a España, donde sí tiene mucho más dinero metido. El mayor peligro lo corren bancos de los propios países. El Banco de Inglaterra calcula que el impacto de posibles suspensiones de pagos apenas sería del 10% en el sector financiero alemán o francés, frente al 70% griego o 50% portugués o español.

Fachada de un banco
El mayor peligro lo corren bancos de los propios países | Getty Images

De la ya famosa gráfica de deudas de los PIIGS, queda claro qué país sería el principal afectado en una hipotética crisis de pagos en Portugal: España. Un total de 86.000 millones de € en exposición del total de los 286.000 millones de €. Algo así como el 30%. Algunos hablan que hoy podrían ser ya alrededor de 100.000 millones de €. Además, 25.000 millones de € de inversión directa extranjera de empresas españolas, especialmente en el sector de infraestructuras.

¿Es la palabra rescate en estos casos la más adecuada? No lo creo. Pero tampoco creo que sea un chantaje. No hay otra, vamos. Un rescate se da cuando te ponen a salvo de algo. En el caso de Irlanda y Grecia la dureza de los ajustes no ha alejado el temor a la restructuración de la deuda. En Grecia, ni el sector privado ni su banca han mejorado las condiciones de financiación con el rescate. Y hace más de un año que Grecia pidió asistencia financiera. En Irlanda, cada día se anuncian nuevas pérdidas (reales o potenciales) de la banca. Las empresas en Irlanda tampoco han mejorado su situación financiera con la ayuda europea.

Y mientras, las crisis de los periféricos vuelven a sacar a la palestra del debate la necesidad de coordinación de política económica y fiscal en Europa (ya va siendo hora, el debate que nunca termina), si el EFSF (Fondo Europeo de Estabilización Financiera) debiera comprar deuda pública en el mercado primario (y secundario) para bajar la prima de riesgo en el mercado y así crear las condiciones de financiación adecuadas las economías de los países (esto a los jugadores del casino no interesa), y a lo que yo añado que si algún día dejaremos de rescatar a los países con dinero obtenido por los mismos medios que tumbaron a esos países. Los fondos de rescate son constituidos con garantías, obligaciones convertibles, vehículos estructurales de financiación especiales y otro tipo de nombres “financieros”.

¿Tiembla Europa con esta nueva crisis? De momento, no. ¿Lo haría con España? Probablemente. España es más del doble de la suma de Portugal, Irlanda y Grecia, por ser gráficos. A mí estas crisis en la zona € cada día me recuerdan más e cuando SME se articulaba en torno al mecanismo de tipos de cambio (o MTC) en los comienzos de los 90. Era un “sistema voluntario” de tipos de cambio semi-fijos. Al final se convirtió en un verdadero examen para aquellos países que sufrían para mantener su divisa dentro de las bandas de fluctuación. Lo que pasa que ahí cayeron hasta el franco francés y la libra esterlina. De momento la zona € no ha llegado a esos extremos.

La historia de Portugal repite alguno de los capítulos ya vistos por Dublín y Atenas. Sin moneda propia que devaluar (la zona € es un matrimonio que no permite el divorcio ni acuerdos prenupciales), que sería la alternativa a evaluar al “rescate” (sic) de la UE, no queda otra. ¿Futuro? Duro, un país con apenas ventaja competitiva alguna.