Todos los años por estas señaladas fechas, escribo alguna reflexión sobre mis preocupaciones más allá del «día a día». He hablado en el pasado sobre los retos migratorios que tenemos. Especialmente en clave de desigualdad y cómo poder ayudar entre todos y todas a hacer un mundo mejor. He hablado de terrorismo. El año pasado hablé de esta era de la desinformación.
Hace unos días encontré el dramático informe de la ONU sobre el calentamiento del planeta. Sé que es un tema que está ahí, en el ambiente, pero no sé cuánta relevancia le damos. Y sobre todo, no sé cuánto hacemos en nuestro día a día para poder contribuir entre todos y todas contra ello. El comienzo del artículo que enlazaba es demoledor:
"Desde 1990 aumentó un 41 % el efecto calentamiento sobre el clima, advirtió la Organización Meteorológica Mundial, órgano de Naciones Unidas, al presentar un nuevo avance del Boletín de Gases de Invernadero: en 2017 llegaron a 405,5 partes por millón las concentraciones de dióxido de carbono, frente de 403,3 de 2016 y 400,1 en 2015."
Eso significa que pese a todos los acuerdos y compromisos nacionales e internacionales, continúan al alza las emisiones de esos gases que están desbarajustando el clima del planeta.
Y luego añaden:
"La última vez que el planeta experimentó una concentración comparable de CO2 fue hace 3 a 5 millones de años, cuando la temperatura era de 2 a 3° C más caliente y el nivel del mar 10 a 20 metros más alto que hoy, precisó el funcionario."
He pensado que podría analizar cómo había cambiado la temperatura en algún determinado lugar. La ciudad escogida fue Bilbao. Se da la circunstancia además que AEMET ha sacado una nueva API que permite obtener datos climatológicos bastante detallados desde 1948. Cogiendo la estación meteorológica del aeropuerto de Bilbao (código 1082), he descargado vía la API de AEMET todos los datos del clima. He utilizado los datos de la temperatura media del mes desde 1948 (primer año disponible) hasta 2018 (salvo diciembre, que hoy termina).
El resultado habla por sí solo. Bilbao se ha recalentado en agosto (pico extremo de calor en la serie histórica, como es habitual en los países que vivimos por estas latitudes) entre 1985 y 2018 hasta 1,5 ºC en los últimos años.
Que tengáis una buena noche. Y aún mejor entrada a 2019.