Un edificio al fondo, con una chica pensativa a la izquierda, y en el círculo, una piscina
SOCIEDAD

¿Quién puede bañarse en la piscina comunitaria si vives de alquiler?

Hay muchas dudas sobre quién puede hacer uso de la piscina de una urbanización, cuando la casa es de alquiler

Para aliviar el calor del verano muchos optarán por refrescarse en la piscina de su urbanización. Supone todo un lujo, que no está al alcance de todos. Aquellos que se encuentran de alquiler en una vivienda se preguntan muchas veces si pueden hacer uso de ella, o si ese derecho le corresponde al propietario.

Por lo general, cuando se renta un inmueble, el resto de servicios y espacios también se suelen incluir en el contrato. El arrendatario podrá beneficiarse, por tanto, de "los trasteros, plazas de garaje y cualesquiera otras dependencias o servicios cedidos como accesorios de la finca por el mismo arrendador". Así lo recoge la Ley de Arrendamientos Urbanos en el artículo 2.2.

Con todo esto, el inquilino será el que tenga la posibilidad de disfrutar de la piscina comunitaria. El responsable del área jurídica de Alquiler Seguro, Álvaro Crespo, indica en La Razón que el dueño "ha cedido su uso". Por eso no podrá acceder al espacio que ocupa la pileta.

Montaje de un hombre pensativo, un edificio y una piscina

El ocupante de la vivienda, por tanto, podrá disfrutar de la vivienda, pero también de las zonas comunes pertenecientes a la comunidad. Eso sí, para ello se requiere que dicha condición aparezca contemplada en el contrato.

Ya que de no ceder el uso de la piscina comunitaria, será el propietario el que la disfrute. El portal inmobiliario Fotocasa explica que la ley permite que las dos partes elijan la opción que más les convenga.

¿Es posible que el dueño e inquilino utilicen la piscina?

El casero no podrá bañarse en la piscina comunitaria si se la ha cedido por contrato al inquilino. Alguno se preguntará si cabe la posibilidad de que ambos puedan beneficiarse de este espacio al mismo tiempo. Pero en principio no se contempla esa opción mientras permanezca en vigor el acuerdo de alquiler.

Montaje con un nadados y una piscina comunitaria vista desde un costado

No obstante, sería conveniente revisar los estatutos de la comunidad. En algunos casos se podría permitir que tanto propietario como inquilino la usaran respetando las normas. En cualquier caso, tampoco suele ser lo habitual.

¿Qué ocurre en caso de que se realice un mal uso de la piscina?

Aunque la vivienda permanezca arrendada, el dueño no debe de despreocuparse. Si el inquilino no se ajusta a las normas impuestas sobre el disfrute de la piscina, la comunidad puede reclamar al propietario de la casa alquilada. El portal inmobiliario detalla, además, que podrían interponer una demanda judicial contra el arrendatario.

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