¿Qué es el derecho a reparar y cómo te puedes beneficiar, si se te estropea algo?
Los usuarios tendrán más facilidades para arreglar aquellos aparatos que se puedan averiar una vez agotada la garantía
Una nueva directiva Europea, aprobada el pasado 23 de abril, pretende fomentar la reparación de artículos rotos o averiados antes de su reemplazo. Es lo que se conoce como el Derecho a reparar. De esta forma se le conceden más garantías y posibilidades al usuario para que pueda arreglar esos productos una vez concluida la garantía.
Es cierto que todavía tardaremos un tiempo en que se aplique dicha norma en España. Hay un periodo de 24 meses de margen que empieza a contar desde su aprobación por el Parlamento Europeo. En la actualidad, los productos adquiridos desde el 1 de enero de 2022 cuentan con una garantía de tres años, pero la intención es que se amplíe ese periodo.
Durante esos tres años, como explican desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el consumidor tiene derecho a que se repare o se reemplace el artículo estropeado. Pero en el caso de que se decante por el arreglo, el usuario podrá disfrutar de otro año extra más de garantía.
Entre los productos que se incluyen en esta directiva están la mayoría de aparatos electrónicos y electrodomésticos. Es el caso de lavadoras, secadoras, frigoríficos, aspiradoras, lavavajillas, tablets, teléfonos y servidores y productos de almacenamiento de datos. También se añaden los artículos que incorporan baterías de medios de transporte ligeros y equipos de soldadura.
Cuáles son las mejoras de esta nueva directiva Europea
Esta normativa Europea no será de efecto inmediato, ya que debe trasponerse al derecho español. En cualquier caso, incorpora una serie de cambios que beneficiarán al consumidor. Una vez agotada la garantía y ante un posible fallo o avería se facilitarán unas cuantas ventajas al usuario.
Primero, el fabricante tendrá la obligación de repararlo de forma gratuita o a un precio razonable dentro de un plazo de tiempo reducido. Es preciso que se aporte información gratuita sobre el coste de dichos arreglos.
En ningún caso, además, los fabricantes podrán negarse a realizar la reparación, aunque previamente haya pasado por manos de otros técnicos. La OCU indica que deben facilitar piezas de repuesto y herramientas a precios asumibles, tolerando además el empleo de piezas de segunda mano o impresas en 3D.
¿Qué ocurre ante un arreglo imposible?
Puede darse el caso de que el fabricante estime que el arreglo resulte "imposible". En ese caso, no tendrá la obligación de emprender la reparación. Sin embargo, el cliente tiene el derecho a decidir si dicha negativa está justificada o no.
Este tipo de medidas persiguen incentivar la reparación sobre la sustitución de artículos. Por lo tanto, lo más lógico es que haya más técnicos para efectuar estos arreglos y exista una mayor competencia.
Añaden que para efectuar esas reparaciones se podrá recurrir al fabricante. Él estará obligado a acometer dicha mejora. Cuando se encuentre fuera de la Unión Europea, esa obligación correrá a cargo de su representante autorizado en la UE, y en su defecto, el importador o distribuidor.
Tienen la posibilidad de subcontratar los servicios a otros técnicos, aunque el cliente también podrá ponerse en manos de otros reparadores ajenos al fabricante. Eso no será impedimento para que posteriormente el fabricante pueda ocuparse del mencionado arreglo sin que se le ponga pegas.
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