El producto que te hace más fácil cocinar pero no es nada bueno para tu salud
Que el frío no te pille infraganti
Aunque aún no estemos en el pico más frío de la temporada, la simple idea de un tazón de caldo humeante puede hacernos sentir más cálidos y reconfortados. Este plato atemporal tiene un lugar especial en nuestros corazones y nuestras cocinas durante los meses más frescos del año.
Desde las sopas de pollo de la abuela hasta los exquisitos consomés gourmet de los restaurantes, el caldo se ha ganado un lugar de honor en nuestras mesas. Sobre todo, en otoño e invierno para calentar nuestro cuerpo desde dentro.
Una opción rápida y fácil
Muchas personas recurren a las pastillas de caldo como una solución rápida y conveniente para satisfacer sus antojos de caldo caliente en los días fríos. Estas pastillas son populares debido a su facilidad de uso; simplemente las disuelves en agua durante unos minutos y obtienes un sabroso consomé.
Pollo, cocido, verduras, carne o pescado. Vienen en una variedad de sabores, lo que las hace versátiles y adecuadas para una amplia gama de recetas. Además, son económicas, ya que puedes preparar un litro de caldo con solo dos pastillas por tan solo unos céntimos. Difícil resistirse a ello, ¿verdad?
Sin embargo, es importante preguntarse qué ingredientes componen estas pastillas de caldo. Al observar la lista de ingredientes, es evidente que la sal es el componente principal. Seguida del glutamato monosódico (E621), los ribonucleótidos de sodio (E635), el almidón, el extracto de levadura, las grasas saturadas.
Y, finalmente, los elementos que le dan sabor como las verduras, la carne o el pescado. Esto plantea interrogantes sobre la calidad nutricional de estos productos.
Uno de los componentes más discutidos es el glutamato monosódico, que se utiliza para intensificar el sabor y estimular el apetito. Aunque es sabroso, no debe sustituir la falta de ingredientes frescos y puede provocar efectos secundarios.
Tal como dolores de cabeza, presión en las sienes y rigidez en la nuca en algunas personas. Así que en caso de querer consumirlo se recomienda hacerlo con moderación.
⬇️ Pincha abajo para ver los 3 quesos que son los mejores y los avala la OCU ⬇️
Al tanto con el exceso de sal
Otro aspecto que considerar es el alto contenido de sal en estas pastillas de caldo. Aproximadamente el 53 % del contenido de cada pastilla de caldo es sal, lo que equivale a unos 52.9 gramos de sal por pastilla.
Esto es significativamente más alto que la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que sugiere no consumir más de 5 gramos de sal al día. En España, el consumo promedio de sal es de alrededor de 9 gramos al día, lo que sugiere que muchas personas están excediendo esta recomendación.
Caldo casero, la alternativa saludable
Tal como se ha comentado con anterioridad, las pastillas de caldo tienen un contenido nutricional limitado y alto en sal. Por lo tanto, es altamente recomendable preparar caldo casero en lugar de depender en exceso de estas pastillas procesadas.
Sí, como el que hacía tu abuela y tu mamá. El caldo casero es más nutritivo y proporciona aproximadamente un 40 % más de proteínas que las pastillas de caldo.
Además, es una excelente fuente de hidratación y una opción ideal para aquellos que siguen dietas suaves o de adelgazamiento. Ya que una porción de 250 ml de caldo casero apenas contiene 22 calorías.
Aunque las pastillas de caldo son una solución rápida y conveniente para satisfacer los antojos de caldo caliente en los días fríos, es importante recordar su alto contenido de sal y la presencia de glutamato monosódico.
Para una opción más saludable y nutritiva, nada supera el encanto de un caldo casero que puede brindar calidez y consuelo en cualquier día frío de invierno.
Más noticias: