Para ahorrar unos cuantos euros, muchos conductores optan por llenar el depósito de sus vehículos en gasolineras de bajo coste. Sin embargo, detrás de esos precios competitivos se esconden riesgos que podrían tener consecuencias costosas y peligrosas para los automovilistas.
Llenar el depósito en una gasolinera low cost puede salirte muy caro a largo plazo. Te contamos todos los detalles a continuación.
Uno de los principales riesgos asociados a estas gasolineras de bajo coste es la calidad del combustible. A menudo, estas estaciones de servicio obtienen su combustible y no garantizan los mismos estándares de calidad que las compañías más reconocidas.
Esto puede resultar en combustible de menor calidad que afecta al rendimiento y durabilidad del motor.
El uso de combustible de baja calidad puede provocar una serie de problemas en el motor, como la acumulación de sedimentos y suciedad en los conductos de combustible, filtros y válvulas.
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Esto puede llevar a un menor rendimiento del vehículo, mayor consumo de combustible. En casos extremos, daños irreparables en el motor que requieren costosas reparaciones.
Además de la calidad del combustible, otro riesgo asociado es la falta de mantenimiento y revisión de los equipos de distribución. Estas estaciones suelen operar con un presupuesto limitado, lo que significa que pueden no realizar un mantenimiento adecuado de los tanques de almacenamiento y las bombas de suministro.
Por tanto, existe un mayor riesgo de contaminación del combustible con impurezas o agua. Esto puede dañar el sistema de inyección del vehículo y causar averías. Otro factor a considerar es la seguridad en estas gasolineras.
Algunas estaciones de servicio de bajo coste pueden no contar con las medidas de seguridad adecuadas. Esto puede hacer que los conductores sean más vulnerables a robos, vandalismo o incluso a situaciones de peligro personal. Por si fuera poco, las gasolineras low cost también suelen ofrecer servicios limitados o inexistentes.
Es posible que no cuenten con personal capacitado para brindar asistencia en caso de emergencia, como problemas con el vehículo o situaciones de seguridad. Esto deja a los conductores en una situación desfavorable si enfrentan dificultades mientras están en la gasolinera.
Las estaciones de servicio reconocidas suelen ofrecer servicios adicionales. Como alimentos, baños limpios, zonas de descanso y personal calificado para brindar asistencia en caso de ser necesario. Aunque estos servicios pueden tener un coste ligeramente más alto, proporcionan una experiencia más completa y segura para los conductores.
Uno de los consejos más importantes que destacan los expertos es mantener una velocidad constante y evitar aceleraciones bruscas. Los cambios frecuentes de velocidad y las aceleraciones repentinas consumen más gasolina.
Para ahorrar combustible, se recomienda conducir de manera suave y mantener una velocidad moderada y constante en la medida de lo posible. Además, reducir la velocidad al aproximarse a un semáforo o una intersección puede evitar frenadas innecesarias. Esto se traduce en un menor consumo de gasolina.
Otro truco para ahorrar gasolina es mantener los neumáticos correctamente inflados. Los neumáticos desinflados aumentan la resistencia al rodaje y hacen que el motor trabaje más para mover el vehículo, lo que resulta en un mayor consumo de combustible.
Por lo tanto, es esencial verificar periódicamente la presión de los neumáticos y mantenerla dentro de los niveles recomendados por el fabricante.
La carga adicional también puede afectar el consumo de gasolina. Los expertos aconsejan evitar llevar objetos innecesarios en el maletero o en el techo del automóvil.
Esto puede aumentar la resistencia aerodinámica y hacer que el motor trabaje más duro. Al reducir el peso y la resistencia al viento, se puede lograr un ahorro significativo de combustible.