Las estadísticas de siniestralidad en carreteras secundarias son alarmantes. En el año 2022, un total de 833 personas perdieron la vida en estas vías, lo que representó el 73 % del número total de fallecimientos en accidentes de tráfico en España.
Entre las principales causas de estos accidentes mortales se encuentran los choques frontales que ocurren durante los adelantamientos.
A menudo, muchos de ellos son realizados en áreas donde las líneas continuas están presentes.
La DGT ha desplegado una estrategia que combina la concienciación de los conductores y la implementación de tecnología avanzada. Los nuevos radares de línea continua son una parte fundamental de esta estrategia.
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Estos dispositivos se han colocado estratégicamente en áreas donde los vehículos se incorporan a una carretera principal. Con el objetivo de verificar si el conductor respeta las líneas continuas antes de completar una maniobra de adelantamiento.
El funcionamiento de estos radares es preciso y eficaz. Utilizan cámaras de videovigilancia instaladas a lo largo de la red viaria española para detectar cualquier violación de las líneas continuas. Cada radar cuenta con dos cámaras equipadas con un sistema de lectura de matrículas.
Una de las cámaras se encuentra al principio del carril en el que un vehículo se incorpora a la carretera principal. Mientras que la otra se ubica a unos metros más adelante.
Cuando un conductor decide adelantar en una zona con líneas continuas, las cámaras registran la matrícula del vehículo infractor. El sistema compara la posición del automóvil con respecto a las marcas viales y verifica si se ha cruzado ilegalmente sobre las líneas continuas.
Si se confirma una infracción, el radar registra la matrícula y otros datos relevantes, lo que permite a las autoridades tomar medidas adecuadas.
La multa por adelantar en línea continua puede variar según las circunstancias y la gravedad de la infracción.
Según lo establecido en el artículo 167 del Reglamento General de Conducción en España, la sanción general por adelantar en línea continua asciende a una cuantía económica de 200 euros. Sin embargo, no supone la retirada de puntos del carné de conducir.
Aunque, es importante destacar que existen algunas excepciones en las que se permite superar las líneas continuas sin recibir una multa. Por ejemplo, se permite adelantar a un ciclista, siempre que se haga de manera segura y se respeten las normas de tráfico.
Además, si un agente de la autoridad observa que al adelantar en línea continua se está generando una situación de conducción temeraria, la sanción puede ser más severa. En este caso, la multa asciende a 500 euros y se produce la retirada de seis puntos del carné de conducir.
Estos dispositivos también son una realidad en España y se encuentran en funcionamiento en diversas ubicaciones, especialmente en cruces peligrosos, donde se producen más accidentes.
La sanción por no respetar una señal de STOP y ser capturado por uno de estos radares asciende a 200 euros y la retirada de cuatro puntos del carné de conducir.
Es fundamental para todos los conductores estar al tanto de las normas de tráfico y respetar las señales y líneas continuas. No solo están diseñadas para mantener la fluidez del tráfico, también para garantizar la seguridad en las carreteras y reducir la incidencia de accidentes.
Evitar infracciones como adelantar en línea continua o no respetar una señal de STOP es esencial para mantener la seguridad vial. Además de evitar sanciones económicas y la pérdida de puntos en el carné de conducir.