Exterior de una oficina del banco ING

El supuesto mensaje de ING que nunca te tienes que creer: es falso y te quieren robar

Conoce cómo le quitaron dinero de su cuenta a una usuaria de ING

En declaraciones al medio Maldita.es, Paula, ha sido víctima de un intento de estafa por parte de ciberdelincuentes que se hicieron pasar por su banco.

Desesperada, contactó a su banco, solo para descubrir que la llamada que había recibido no provenía de ING en absoluto. La amarga verdad se apoderó de ella: había sido estafada y había perdido la abrumadora suma de 850 euros.

Así comenzó todo

Todo comenzó con un inocente mensaje de texto que llegó al teléfono de Paula. El remitente parecía ser su banco, ING, y el contenido del SMS rápidamente capturó su atención. Decía: “Su transferencia por importe de 998,50 euros ha sido retenida por motivos de seguridad, por favor verifique: https://es.ing-derect.com”.

A simple vista, parecía una comunicación oficial, y el mensaje urgente de una transferencia retenida generó preocupación en Paula. Sin embargo, este SMS fue el primer paso de un plan de estafa que la llevaría a un peligroso abismo financiero.

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Paula decidió hacer clic en el enlace proporcionado en el mensaje. Esto la llevó a una página web que, a primera vista, parecía ser la plataforma de banca en línea de ING.

Animada por la apariencia auténtica del sitio y la urgencia del mensaje, Paula procedió a introducir sus credenciales bancarias y, sin dudarlo, hizo clic en el botón “aceptar”. Parecía que había tomado las medidas adecuadas para solucionar el supuesto problema, pero lo peor estaba por venir.

El sitio web le pidió que ingresara su número de teléfono. Ella sabía que no era una práctica habitual en la aplicación oficial de ING. Alarmada por esta discrepancia, Paula decidió no continuar y cerró la ventana.

Montaje del cajero automático de ING Direct y un mensaje de SMS fraudulento
El mensaje te incluye un enlace que te lleva a una página web | Europa Press, ING

Al analizar detenidamente la situación, se dio cuenta de que el dominio del sitio web al que había sido redirigida era "es.ing-dierect.com".

Claramente diferente del dominio oficial de ING, que es "ing.es". Esta diferencia, aunque sutil, fue un indicio crucial de que algo no estaba bien.

Para corroborar aún más sus sospechas, Paula intentó acceder nuevamente a la página web en cuestión. Sin embargo, esta vez su navegador la alertó con un mensaje de advertencia: "¡Atención! Sitio web sospechoso detectado. Posible intento de phishing".

La historia continúa: instantes después, Paula recibe una llamada telefónica

La historia de Paula, que comenzó con un inocente mensaje de texto, tomó un giro aún más oscuro cuando recibió una llamada telefónica aparentemente de su banco, ING. La voz al otro lado de la línea afirmaba que había habido movimientos sospechosos en su cuenta.

Afirmaba que era imperativo anular sus tarjetas bancarias para evitar posibles pérdidas. Paula, aún cautelosa, pero también preocupada por su seguridad financiera, decidió seguir adelante con el proceso de anulación.

"Yo sospecho y pido que me digan mis datos para ver si no era un fraude. Me facilitan mi nombre, dirección y número de cuenta. Por lo que prosigo para anular las tarjetas y cambiar de clave", relata Paula.

Una persona con su móvil blanco en la mano y un símbolo de llamada rojo
Paula, tras recibir esta llamada, pidió que le informarán sobre sus datos | Getty Images

Su decisión de verificar la autenticidad de la llamada solicitando información personal era un paso sabio y prudente. Sin embargo, lo que Paula no sabía era que esta aparente validación era solo otro truco en la trama de los estafadores.

Le pidieron a Paula que proporcionara diferentes posiciones de su clave, apelando a su urgencia por proteger sus activos financieros.

Además, le instaron a aceptar una notificación que supuestamente llegaba mientras hablaban por teléfono. Paula, creyendo que estaba tomando medidas para protegerse, siguió las instrucciones con precaución y confianza.

Sin embargo, el momento de la verdad llegó cuando los estafadores finalmente colgaron el teléfono. Paula, confiada en que había tomado todas las precauciones necesarias, sintió un nudo en el estómago al darse cuenta de que había sido víctima de un elaborado fraude.