El concepto detrás de la jubilación demorada es simple pero poderoso. Alargar la vida laboral más allá de la edad de jubilación a cambio de recibir una pensión mensual más alta cuando te retires. Aunque pueda parecer una decisión difícil, esta opción puede ofrecer ventajas significativas en términos financieros.
Si quieres cobrar más en la pensión al jubilarte, hay una forma de hacerlo. Conoce a continuación los requisitos.
En el caso de la jubilación demorada, no hay un límite estricto en cuanto a cuánto tiempo puede extenderse la vida laboral. Los trabajadores tienen la flexibilidad de decidir cuántos años adicionales desean trabajar antes de jubilarse.
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Esto puede variar desde unos pocos años hasta una década o más. La clave está en encontrar un equilibrio entre la prolongación de la vida laboral y la capacidad personal para seguir trabajando cómodamente.
Al continuar trabajando, los individuos pueden seguir acumulando años de servicio y contribuciones al sistema de seguridad social. Esto puede resultar en un aumento significativo en el importe mensual de la pensión. Muchas fórmulas de cálculo de pensiones se basan en la cantidad de años trabajados y los salarios percibidos.
Los años adicionales de ingresos laborales permiten a los trabajadores ahorrar más, invertir en planes de jubilación complementarios y pagar deudas pendientes. Estas medidas pueden contribuir aún más a fortalecer la posición financiera durante la jubilación.
Para acceder a esta opción, es necesario cumplir con ciertos requisitos:
Uno de los primeros requisitos es haber contribuido al sistema de Seguridad Social durante un período mínimo de 15 años.
Un segundo requisito clave es no haber alcanzado la edad de 70 años. La jubilación demorada se presenta como una opción que permite extender la vida laboral más allá.
Pero existe un límite superior para acceder a esta modalidad. Mantenerse por debajo de los 70 años es esencial para ser elegible para los beneficios de la jubilación demorada.
Es necesario haber alcanzado la edad mínima de jubilación ordinaria para el año en curso. Cumplir con este requisito asegura que el individuo haya alcanzado una etapa de la vida en la que se considere postergar la jubilación en busca de beneficios adicionales.
El primero de estos incentivos consiste en un incremento del 4% en la pensión. Este porcentaje es por cada año completo cotizado después de cumplir la edad ordinaria de jubilación.
Este aumento se aplica mensualmente y se mantendrá vigente hasta el fallecimiento del beneficiario. Se traduce en un impacto financiero continuo y significativo en la calidad de vida durante la jubilación.
El segundo incentivo ofrece una opción más flexible al proporcionar un pago único equivalente a una cantidad determinada por cada año cotizado adicional. Esta suma puede variar entre los 5000 y los 12 000 euros. Brinda así a los trabajadores la posibilidad de recibir un impulso financiero sustancial en un solo pago.
La novedad es la introducción de la opción "mixta" para aquellos que buscan una combinación equilibrada de incentivos. Para los trabajadores que retrasen su jubilación entre 2 y 10 años, esta opción ofrece un incremento adicional del 2% en la pensión por cada año de demora. Junto con un pago único equivalente a la mitad de la cantidad que recibirían si optaran por el incentivo de pago único exclusivamente.
Aquellos valientes que elijan retrasar su jubilación por 11 años o más serán recompensados con un incentivo "mixto" único. Recibirán un pago único aplicado a un período de 5 años del retraso total. Así como un incremento del 2% en la pensión por cada año adicional de demora.