persona se toca el pecho con un dibujo de pulmones

Edema pulmonar: qué es, síntomas, causas y tratamiento

Los síntomas del edema pulmonar incluyen problemas para respirar y tos, y en casos de edema grave se altera la presión sanguínea.

 Un edema pulmonar es un tipo de patología pulmonar grave que a veces se asocia a problemas cardíacos (especialmente en el ventrículo izquierdo del corazón) y consiste en una acumulación de líquido en los pulmones.

Esta acumulación provoca síntomas como dificultad para respirar, tos, pulso y respiración acelerados y/o débiles, junto con una reducción de la presión sanguínea, entre otros.

A continuación explicaremos qué es un edema pulmonar, qué síntomas causa y cuál es el tratamiento indicado para este tipo de patología.

¿Qué es un edema pulmonar?

El edema pulmonar es un tipo de enfermedad respiratoria en la cual se produce una acumulación de líquido en los pulmones, normalmente debido a que el ventrículo izquierdo del corazón no bombea de una forma adecuada. Esta acumulación de líquido en los espacios externos a los vasos sanguíneos pulmonares es llamada edema pulmonar.

Este proceso hace difícil que los pulmones puedan expandirse e impide el intercambio de aire y gases entre los pulmones y la sangre que se mueve a través de los vasos sanguíneos pulmonares.

El edema pulmonar es una complicación común en los trastornos cardíacos y en la mayoría de los casos el edema pulmonar se asocia a una insuficiencia cardíaca. La gravedad de esta patología dependerá del caso en el que nos encontremos. El edema pulmonar puede llegar a convertirse en una afección crónica, o en cambio puede aparecer de forma inmediata y llegar a matar a la persona que lo sufre.

Metge agafant una radiografia
El edema pulmonar es una complicación común en los trastornos cardíacos | Getty Images

El tipo de edema pulmonar con características potencialmente mortales se produce cuando existe una gran cantidad de líquido que cambia de forma repentina de los vasos sanguíneos a los pulmones, normalmente debido a ataques cardíacos, problemas pulmonares o traumatismos. Asimismo, puede indicar de igual forma un primer signo de que se sufre una enfermedad de tipo coronaria.

Factores que lo causan

La mayoría de los casos de edemas pulmonares son causados por un fallo en el ventrículo izquierdo del corazón. También puede ser provocado por ataques al corazón, isquemias severas y/o por sobrecargas de volumen en el ventrículo izquierdo.

El edema pulmonar que no está relacionado con el corazón, en cambio, puede ser causado por problemas pulmonares/respiratorios tales como la neumonía, enfermedades renales, quemaduras graves, enfermedades hepáticas y/o problemas nutricionales, entre otros factores asociados.

Síntomas que pueden advertir sobre su aparición

Los primeros síntomas característicos del edema pulmonar suelen incluir dificultades para respirar al hacer ejercicio, problemas respiratorios repentinos justo después de contraer el sueño al acostarse, tos y dificultades para respirar constantemente excepto cuando se está sentado de forma recta.

En los casos de edema pulmonar grave, los síntomas suelen empeorar y también se sufre otro tipo de sintomatología añadida.

Esta incluye la producción de un líquido espumoso y sanguinolento que contiene pus y que se expulsa de los pulmones (esputo); tener la piel fría, húmeda, sudorosa y de color azul; una reducción de la presión sanguínea que suele resultar en un pulso débil, rápido y de poca amplitud; alteraciones graves en el ritmo cardíaco (como fibrilación auricular); y la existencia de una respiración muy rápida y dificultosa.

Estos síntomas pueden ayudar a diagnosticar la existencia de un edema pulmonar. Normalmente, las personas que sufren este tipo de patología suelen presentar también ruidos cardíacos anormales, la respiración y el pulso acelerados y las venas del cuello agrandadas y visibles.

Médico con un holograma de un pulmón en las manos
En los casos de edema pulmonar grave, los síntomas suelen empeorar | Getty Images

A menudo se suele usar también una radiografía torácica para determinar el diagnóstico. Asimismo, el cateterismo de la arteria pulmonar se realiza para confirmar que el paciente tiene un edema pulmonar y no una enfermedad con síntomas similares (llamada “síndrome de dificultad respiratoria del adulto” o "edema pulmonar no cardiogénico").

¿Cómo se puede tratar?

Aunque puede llegar a ser una patología grave, la mayoría de personas con edema pulmonar pueden recibir un tratamiento rápido y que actúe de forma eficaz. Sin embargo, este tipo de afección pulmonar requiere de un tratamiento de emergencia de forma inmediata.

Este tipo de tratamiento incluye colocar al paciente en una posición sentada y administrarle oxígeno, ventilación asistida y tratamiento con fármacos. El objetivo del tratamiento del edema pulmonar consiste en mejorar la función cardíaca de la persona.

Para ayudar al individuo a respirar mejor, se le administran grandes concentraciones de oxígeno. En los casos en los que la dificultad respiratoria es muy grave, se utilizará un respirador mecánico y/o una intubación traqueal para mejorar dicha administración. Asimismo, el tratamiento farmacológico puede incluir el uso de morfina, nitroglicerina, diuréticos y medicamentos vasodilatadores.

La morfina es efectiva para reducir la ansiedad del paciente, facilitar la respiración y mejorar el flujo sanguíneo de la persona. Los vasopresores se utilizan para tratar los shocks cardiogénicos que puedan ocurrir. De la misma manera, la nitroglicerina reduce el flujo sanguíneo pulmonar y disminuye el volumen de líquido que ingresa a los vasos sanguíneos sobrecargados.

Finalmente, los diuréticos como la furosemida promueven la eliminación de líquidos  mediante la micción, lo que ayuda a reducir la presión y la cantidad de líquidos en los vasos sanguíneos.