Bolígrafo señalando un gráfico

Cómo ahorrar dinero si eres una empresa

Aprender a reducir costes es imprescindible para mantener tu empresa a flote

El principal objetivo de una empresa, siempre que estemos hablando de una compañía con ánimo de lucro, es mejorar su rendimiento operativo. Es decir, obtener más ingresos y más beneficios.

Además del rendimiento operativo que pueda tener una empresa, por decirlo de una forma simple, el volumen de ventas que es capaz de generar, en los beneficios de una empresa influyen otros muchos factores, sobre todo los costes (de producción, mantenimiento o comercialización).

Una empresa cuyos procesos de producción o mantenimiento generen unos enormes costes siempre tendrá más difícil generar el suficiente volumen de negocio para cubrir esos costes. Por eso, las empresas utilizan diversos trucos para ahorrar dinero.

En este sentido, estas son algunas de las estrategias que mejores resultados ofrecen:

Ayuda de la tecnología

La evolución tecnológica avanza día a día. Cada vez más empresas comprenden la importancia de entender estas evoluciones y mantenerse a la cabeza de la innovación. Asimismo, la tecnología ha permitido la aparición de muchas herramientas, algunas de ellas incluso gratuitas, que pueden ser de enorme ayuda a la empresa si se sabe como usarlas. Por ejemplo, ahí están las redes sociales, las plataformas de almacenamiento en la nube, las herramientas all-in one o los CRM, que ayudan a automatizar y simplificar procesos empresariales.

Externalizar servicios informáticos

Con relación al punto anterior, el outsourcing o externalización informática consiste en encargar la implementación y gestión de los recursos TI a una empresa externa especializada. Esto permite abaratar costes, contar con profesionales verdaderamente especializados y liberar de tareas y preocupaciones a la empresa.

Planificación

Antes de emprender hay que realizar una planificación minuciosa. Esta incluye tanto la estructura de la empresa, como sus objetivos, estrategia y presupuesto. La planificación significa saber qué voy a  hacer, cómo lo voy a hacer y cuáles son mis recursos para ello. Solo planificando al detalle se puede tener una visión del futuro a medio plazo y evitar gastos imprevistos o una inversión por encima de las posibilidades. Más que un truco para ahorrar, es una obligación.

Empresarios analizando unos gráficos
Antes de emprender hay que realizar una planificación minuciosa | Getty Images

Promoción y marketing

Una buena campaña de marketing es aquella que obtiene buenos resultados con poca inversión. Debido a la cantidad de canales y opciones de promoción disponibles en la actualidad, las formas de promocionarse han cambiado mucho. Hoy en día cualquier campaña puede convertirse en viral si consigue impactar y sorprender a la audiencia adecuada, y las empresas lo saben. Por ejemplo, el canal de un conocido runner de Youtube puede ser un buen lugar para publicitar tus zapatillas deportivas.

Renegociar los precios

Muchos nuevos emprendedores suelen poner precios muy baratos a sus clientes y, en cambio, compran muy caro a sus proveedores, seguramente por miedo a perder ambos. Cualquier empresario con cierto bagaje sabe que es muy importante negociar con los proveedores, buscar descuentos, acudir a otras compañías a pedir presupuestos, valorar y comparar distintas modalidades de acuerdos, etc. En este sentido, es importante "llevarse bien" con los proveedores y saber cuándo es el momento de renegociar los precios.

Compartir oficina y gastos

Cada vez se lleva más eso del 'coworking', compartir espacio de trabajo, equipamiento y gastos, un poco a la manera de "comunas". Puede sonar raro, pero realmente, el ambiente de trabajo, compañerismo e ilusión que se respira es indudable, además de que resulta mucho más barato que alquilar o comprar un local por uno mismo; por ello, muchas start ups se deciden por este modelo.

Ahorrar en energía

Existen muchos trucos que las empresas usan para ahorrar en energía. Por ejemplo, buscar una ubicación en la que se pueda aprovechar la luz natural, pintar las paredes de blanco para que haya más luminosidad y usar menos la luz artificial, usar bombillas de bajo consumo, poner termostatos programables, utilizar pantallas de ordenador de bajo consumo, apagar todos los equipos e interruptores al terminar la jornada, estudiar el uso de energías renovables, etc.