Yauhen Akulich, Europa Press Saltan las alarmas sobre las bombonas de butano en España: aviso muy serio
Los distribuidores amenazan con dejar de repartir bombonas de butano si no cambian las condiciones económicas
El reparto de las bombonas de butano corre serio peligro. Los profesionales del sector acaban de lanzar una advertencia que puede tener importantes consecuencias para los clientes. Así lo han transmitido recientemente los distribuidores de este tipo de envases.
Amenazan con dejar de transportar estas botellas debido a que no les compensa económicamente. En la actualidad están trabajando a pérdidas y reclaman que se modifique la fórmula con la que se calcula el precio regulado. En estas condiciones no les salen las cuentas y no descartan paralizar la actividad.
Se estima que la bombona de butano todavía se sigue utilizando en 6 millones de hogares pese a la constante caída de ventas de los últimos tiempos. Es habitual su uso en zonas rurales y en viviendas antiguas en las que no existe gas ciudad.
En la actualidad, para que no se dispare el coste de este tipo de envases, su precio se encuentra regulado. Sin embargo, la parte que les corresponde a los distribuidores se queda corta y son incapaces de obtener beneficios. "No tenemos de donde rascar", admite a La Sexta el presidente de la Federación Española de Gases Licuados de Petróleo, Iago Castro.
Las ganancias para los distribuidores son mínimas | Pexels, Getty Images
La ganancia por cada bombona de butano
La fórmula que aplica el Gobierno para regular el precio de la bombona de butano lleva una década sin tener en cuenta el IPC. Esto hace que los costes se incrementen, pero sin que haya influencia sobre los beneficios.
A las distribuidoras de bombonas cada envase que reparten les sale a 3,70 euros. Sin embargo, la comisión que perciben se reduce a solo 3 euros. Por lo tanto, el trabajo les resulta deficitario.
Las empresas de reparto son conscientes de la enorme repercusión que tendría el cese de actividad. Sobre todo para los residentes en zonas rurales o personas mayores. De no llevárselo a sus domicilios, se quedarían sin gas.
Por eso hacen un llamamiento urgente para que el Ministerio de Transición Ecológica tome cartas en el asunto. Demandan una modificación en la regulación para que puedan ver mejoradas sus condiciones.
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