El aceite que es más barato que el de oliva y mucha gente ya está usando para cocinar
‘Yo hace tiempo que lo uso y te cuento el por qué’
A lo largo de este año el precio del aceite de oliva ha experimentado un aumento significativo en España. Todo pasando de 6,91 euros a comienzos de enero a 10,34 euros a principios de septiembre.
Este incremento ha llevado a muchos consumidores a cuestionarse cuántas veces pueden reutilizar el aceite de oliva para freír sin comprometer la calidad de sus comidas.
Eso sí, después de cada uso, es importante filtrar el aceite para eliminar los restos de alimentos que puedan haber quedado. Esto ayuda a prolongar la vida útil del aceite. Así como guardarlo en un lugar fresco y oscuro, en un recipiente hermético, para evitar que se oxide o se vuelva rancio.
Al mismo tiempo, se recomienda no reutilizar el aceite más de dos o tres veces. Ya que después de este punto, la calidad y la seguridad de los alimentos pueden verse comprometidas. Sin embargo, algunos consumidores van más allá y buscan alternativas económicas y saludables al codiciado ‘oro líquido’.
Pon un chorrito de aceite de oliva en tu ensalada
En este sentido, el aceite de girasol se presenta como una de las principales alternativas al aceite de oliva. Yo hace tiempo que lo uso y te cuento el por qué. Para determinar cuán saludable es esta opción en comparación con el aceite de oliva, es esencial considerar dos factores clave: el tipo de grasas presentes en el aceite y su punto de humo.
El aceite de girasol, en su mayoría, contiene grasas poliinsaturadas, que incluye omega 6. Por otro lado, el aceite de oliva, especialmente el virgen extra, se compone principalmente de grasas monoinsaturadas.
Estas son conocidas por su contribución al mantenimiento de la salud cardiovascular. No obstante, es importante destacar que el punto de humo del aceite de oliva es relativamente bajo.
Es por eso por lo que es más adecuado para cocinar platos que no requieran altas temperaturas, como ensaladas y comidas en crudo.
El aceite de girasol, ideal para freír alimentos
La elección entre el aceite de oliva y el aceite de girasol depende del tipo de cocina que desees preparar. Si estás buscando una opción para freír alimentos a altas temperaturas, el aceite de girasol es una elección común debido a su alto punto de humo.
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Según la Fundación Española de la Nutrición (FEN): “La grasa en el aceite de girasol proviene de las semillas de girasol, que son ricas en nutrientes y sustancias no nutritivas, como los ácidos grasos poliinsaturados, insaturados y la vitamina E”.
Dado que el punto de humo del aceite de oliva es más bajo, es más adecuado para usarlo en preparaciones en crudo, como aderezos para ensaladas o para cocinar platos a fuego medio o bajo. Cocinar con aceite de oliva virgen extra puede realzar el sabor de tus platos y aportar beneficios para la salud al mismo tiempo.
Otros aceites vegetales ricos en grasas
En cuanto a otras alternativas a considerar, además del aceite de girasol y el aceite de oliva, existen otros aceites ricos en grasas insaturadas que merecen atención.
Entre ellos se encuentran el aceite de colza, el aceite de cacahuete, el aceite de nuez, el aceite de sésamo, el aceite de aguacate y el aceite de soja orgánico. Pero es importante recordar que no todas las grasas saturadas son igual de perjudiciales para la salud, como se creía en el pasado.
Por ejemplo, el aceite de coco, rico en grasas saturadas, ha sido objeto de debate en términos de su impacto en la salud. Algunos estudios sugieren que su impacto puede no ser tan negativo como se pensaba, pero se recomienda consumirlo con moderación.
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