El padrón universal rompe el cordón sanitario y pone a Junts en un aprieto

Los partidos progresistas del Parlament han vuelto a unir fuerzas para defender el padrón universal en Cataluña. PSC, ERC, Comuns y la CUP se han comprometido junto a un centenar de entidades a garantizar el empadronamiento indiscriminado. La noticia ha sido la ausencia de Junts, a quienes cada vez se les ve más incómodos en el cordón sanitario con las formaciones de izquierda.

Junts se ha dado cuenta de que el ‘pacto antifascista’ suscrito al inicio de la legislatura con PSC, ERC, Comuns y la CUP es una trampa. El cordón sanitario contra Vox y Aliança Catalana no solo no da resultados, sino que está beneficiando a estas formaciones. Pero además, está actuando como corsé ideológico para Junts.

Los postconvergentes se ven atrapados en una contradicción. Mientras intentan acelerar su giro a la derecha, se ven coartados por la imposición moral de la izquierda contra la “extrema derecha”. Pero el tema del padrón es una línea roja que no están dispuestos a cruzar.

El padrón: ¿derecho o obligación?

Junts se ha negado a suscribir el Pacto por el Padrón, que obligará a los ayuntamientos a empadronar sin tener en cuenta la situación administrativa del solicitante ni requerir un contrato de alquiler. Esto evidencia la distancia entre Junts y los partidos progresistas. Para estos el padrón es un derecho, mientras que para los postconvergentes es una condición para garantizar la seguridad y el orden en los municipios.

Varios alcaldes de la formación (en Figueres, Calella o Martorell, por ejemplo) han liderado una campaña para endurecer las condiciones del padrón. Alegan motivos de seguridad, ya que el padrón contribuye a evitar casos de ocupación e infravivienda. Pero también para evitar el colapso de los servicios públicos.

Es evidente que detrás de este debate está el posicionamiento sobre la inmigración, que es junto a la seguridad el principal tema de división ideológica en el Parlament. Y es evidente también que Junts está utilizando este tema para competir con Aliança Catalana. Esto acentúa la contradicción de formar parte del cordón sanitario.

Junts suele utilizar el argumento de que una cosa es el orden y otra los discursos de odio. Pero la izquierda utiliza su posicionamiento contra el padrón universal para señalar a Junts como cómplices de la "extrema derecha". O incluso como la "extrema derecha" misma.

División dentro de Junts

Pero el debate también provoca división dentro de Junts, y evidencia la tensión interna por su diversidad ideológica. Moviment d’Esquerres, la corriente izquierdista dentro de Junts, que lideran Agustí Colomines y Toni Comín, sí ha suscrito el Pacto por el Padrón. 

Hay que recordar que MES y Junts comparten grupo parlamentario y estrecharon sus lazos con la firma de un acuerdo el pasado mes de abril. Pero sus diferencias ideológicas ya provocaron un primer choque a raíz de la reducción de la jornada laboral. El grupo de Colomines lo calificó como una “conquista histórica del movimiento obrero”, mientras que Junts presentó una enmienda a la totalidad de la ley.

Ahora, izquierdistas y convergentes vuelven a chocar dentro de Junts por la polémica del padrón universal. MES se adhiere al Pacto por el Padrón porque “entronca con la reivindicación de los derechos humanos básicos que se derivan de los derechos sociales”. Junts, en cambio, se desmarca por las razones expuestas anteriormente.

De momento solo se ha producido una adhesión formal, así que habrá que qué pasa si hay una votación en el Parlament. Pero está claro que el tema divide a Junts, y le incomoda en el actual clima de polarización social en Cataluña.