Primer plano de Giorgia Meloni sonriendo ligeramente
POLÍTICA

Meloni adelanta por la izquierda a Pedro Sánchez y a Yolanda Díaz

La presidenta del Consejo de Ministros de Italia sigue rompiendo moldes

El Gobierno de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz se ha caracterizado, entre muchas otras cosas, por acentuar las divisiones en el movimiento feminista. Con Irene Montero a la cabeza, el ejecutivo ha rendido a los pies de una parte de este espacio político, incluso atacando y criminalizando a la otra parte.

Por un lado, hay el feminismo considerado radical, al que se ha enfrentado el Gobierno. Lo que defiende esta corriente es, entre otras cosas, la derogación de la prostitución, la crítica al transactivismo o la consideración el velo islámico como un elemento de opresión. En el otro lado se encuentra el feminismo transinclusivo, que a la vez se ha convertido en el feminismo institucional. Desde estas posiciones se defiende la prostitución (lo llaman “trabajo sexual”) como un empleo más, la “libertad” de llevar velo islámico o la defensa acrítica de la Ley Trans y la hormonación de menores.

La división en el feminismo se vio incluso reflejada en el propio Gobierno, con una Carmen Calvo que acabó fuera del ejecutivo tras abstenerse en la votación de la Ley Trans. Otro ejemplo de esta división es la crítica feroz que ha recibido la escritora árabe Najat el Hamchi tras ser anunciada como pregonera de las fiestas de Barcelona. En definitiva, hay un feminismo institucional representado por Sumar, una parte del PSOE, Podemos, Esquerra, los lobbies trans y proxenetas, etc. Y por el otro, un feminismo radical que cada vez sufre más censura por parte del sistema.

Irene Montero mirando al cielo durante una intervención en el Congreso de los Diputados

A pesar de esto, hay un elemento que podríamos decir que une a los dos bandos. O, por lo menos, a buena parte de ellos. Se trata de la gestación subrogada. Una cuestión que, en líneas generales, todo el feminismo y la izquierda critica. Pero a pesar de esto, el Gobierno que dice abanderar el feminismo no ha movido ni un dedo para prohibir de forma universal esta práctica en España.

En España, la gestación subrogada está prohibida. Pero si alguien decide comprar un bebé en el extranjero (Estados Unidos y Ucrania son los países con más prácticas de compra-venta de bebés), no tiene problemas para registrarlo. La justicia española permite así un vacío legal del que ya se han aprovechado varias personas. El ejemplo más mediático es el de Ana Obregón.

Giorgia Meloni declara la gestación subrogada ‘delito universal’

Giorgia Meloni, que siempre ha sido demonizada por la izquierda, ha dado una lección de feminismo al Gobierno. Y es que la presidenta del Consejo de Ministros de Italia ha decidido castigar la gestación subrogada, declarándola “delito universal”. Algo que ni Sánchez, ni Yolanda Díaz, ni Irene Montero se han atrevido a hacer en 4 años.

Como en España, la gestación subrogada era un delito dentro del territorio italiano. Pero ahora, Giorgia Meloni ha decidido que también sea considerado un delito si algún italiano acude a esta práctica fuera de las fronteras de Italia. De este modo, la política italiana elimina el vacío legal que permitía comprar niños fuera del país.

Plano medio de Pedro Sánchez y Georgia Meloni dándose la mano

Esta decisión ha sido muy aplaudida por varios sectores de la izquierda y del feminismo en España. Y es que Meloni sigue rompiendo moldes y estereotipos. La popularidad de la dirigente italiana no para de subir, a pesar de las muchas críticas que siempre ha recibido, precisamente, de buena parte de la izquierda.

Ahora, con su lucha contra la gestación subrogada, ha conseguido dar una lección de feminismo al resto de Europa, especialmente al Gobierno de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz. Mientras que en España seguirá siendo legal comprar bebés en el extranjero, Giorgia Meloni ha cortado el grifo a las empresas que se enriquecen a costa de esta práctica.

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