Gabriel Rufián se queda solo defendiendo a Santos Cerdán

Gabriel Rufián llegó al Congreso de los Diputados para proclamar la independencia en dieciocho meses y diez años después ha acabado de guardaespaldas de Pedro Sánchez. El líder de ERC en el Congreso de los Diputados se ha convertido en el defensor a ultranza del PSOE. Tanto, que hasta se ha quedado solo defendiendo a Santos Cerdán horas antes de que saltara la noticia de los audios.

Cuando incluso el Gobierno adoptó la prudencia ante lo que pudiera salir, el diputado republicano salió con todo a defender al número tres del PSOE. Rufián volvió a tirar de victimismo para denunciar una campaña del “fascismo” contra la izquierda y el independentismo.

“El señor Santos Cerdán, ¿qué tipo de causa judicial tiene encima?” dijo Gabriel Rufián. “Aquí en este país un día se rumorea que hay un informe de la Guardia Civil contra alguien y se empieza a decir que es un corrupto”, añadió.

Reiteró que “este señor[Cerdán]no tiene ningún tipo de informe encima”. Cierto es que las declaraciones fueron antes de que apareciera el informe. Pero cuanto menos sorprende la falta de prudencia de Rufián, cuyo entusiasmo por defender al PSOE le ha acabado jugando una mala pasada.

Sumisión de ERC al PSOE

El de Santa Coloma también fue el primero en salir a defender a Pedro Sánchez cuando saltó el escándalo de la “fontanera” del PSOE Leire Díez. Hace tiempo que su nombre se vincula más a la izquierda española que al independentismo. Rufián siempre ha tenido mucho feeling con el espacio de Podemos.

Pero esta defensa a ultranza y sin miramientos del PSOE le distancia aún más de su espacio político. Las bases independentistas hace tiempo que le han sentenciado como traidor. Su perfil refuerza la idea de una ERC sumisa al PSOE y sin proyecto para Cataluña.

Esto demuestra también que ERC no dejará caer al PSOE pase lo que pase. Tampoco Junts, que a pesar de sus amenazas ha demostrado una lealtad inquebrantable con los acuerdos de investidura. Los procesistas tienen mucho que perder y poco que ganar si Pedro Sánchez cae, pero unos intentan ponerse de perfil y Rufián no se esconde.

De momento, fuera de Rufián impera el silencio del procesismo ante el escándalo que implicaría al secretario de organización del PSOE en un caso de corrupción. Incluso Rufián, después del patinazo, lleva horas sin tuitear. Inusual en él.