Alberto Núñez Feijóo le hace un pulso a Vox
El líder de los populares asume que tendrían que haber sido más duros con Vox y no se cree las amenazas de los de Abascal
Feijóo no se cree las amenazas de VOX de romper en varios gobiernos que tienen en común. Y lo mismo ha mandado hacer a sus barones territoriales: no creerse el farol. El líder de los populares pide calma a los presidentes autonómicos y les dice que los de Abascal no se atreverán a romper.
Feijóo tranquiliza a los suyos: 'bravuconadas de Abascal'
Las amenazas vienen desde algunas comunidades autónomas. O así lo cuenta Elconfidencialdigital, que asegura que los líderes territoriales de Valencia, Extremadura y Aragón han trasladado a Feijóo las amenazas de VOX. Los de Abascal habrían dicho al PP que si admiten a trámite la ley de amnistía en el Senado, dejaran caer los gobiernos.
La respuesta de Feijóo es simple: que no se lo crean. En una ronda telefónica de esta semana los ha intentado calmar diciéndoles que ‘no se crean los órdagos de Vox’. Según el presidente del PP, es una postura maximalista que no se atreverán a materializar.
Feijóo lo fía todo a que si Vox saliera de los gobiernos compartidos, ‘se convertirían en irrelevantes’. Recordemos que el poder real del que dispone Vox está en las cinco autonomías, cinco diputados y 135 ayuntamientos que comparte con el PP. Y ha argumentado esta postura poniendo un ejemplo: que Podemos amenazó durante mucho tiempo al PSOE con lo mismo y no hicieron nada.
‘Hay que acostumbrarse a escuchar sin inmutarse las bravuconadas de Abascal’, habría dicho Feijóo según este medio. Además, Feijóo estaría acostumbrado ya a los amagos de Abascal de romper los acuerdos. Desde Génova entienden que en Vox necesitan marcar un perfil propio, pero que nunca lo necesitarán tanto como para quebrar las alianzas.
El PP se reorganiza con un plan propio
Todo lo que Feijóo lleva haciendo, desde distanciarse de Vox hasta reorganizar el partido, obedece a una sorpresa. La que tuvo él mismo cuando se encontró que no había ganado las elecciones con el margen que le prometieron los gurús. Su estrategia durante la pasada campaña electoral pudo no responder a lo que él consideraba que era lo correcto.
Ahora, con respecto a Vox, habría dado uno de los cambios que él consideraba necesarios. Y era el de tener un discurso más marcado contra los de Abascal. La razón es electoral: para ganar, el PP sabe que necesita la famosa “transversalidad” y quitarse el sambenito de la extrema derecha.
Llegaría hasta el punto de hablar de una ‘ruptura dolorosa’ con Vox si fuera necesario. Esto, claro, responde a la posibilidad de que la legislatura sea corta. El PP necesita “ensanchar la base”, que diría Aragonès, y Feijóo parece dispuesto a ello con todo lo que implique.
Más noticias: