El día que Pere Aragonès se creyó Pedro Sánchez
El president de la Generalitat convoca elecciones buscando el factor sorpresa, como hizo el presidente del Gobierno el mayo pasado
No sabemos si Pere Aragonès ha leído 'Manual de resistencia', el libro de Pedro Sánchez, pero parece que el presidente del Gobierno ha servido de inspiración para el de ERC. La maniobra del president de la Generalitat es arriesgada, no hay ninguna duda. Sin embargo, es más inteligente de lo que parece y significa jugárselo todo a una carta, consciente de que las opciones de seguir en Sant Jaume son escasas.
El Govern ha leído el contexto, se ha dado cuenta de que solo puede ganar a partir de las debilidades de los rivales. Ha entendido que este es el mejor momento y confía en que Junts per Catalunya no pueda -o no quiera- presentar a Carles Puigdemont, que el caso Koldo salpique -o ponga en duda- la candidatura de Salvador Illa y que los Comuns queden retratados como alguien poco de fiar.
Ganar más por demérito de los rivales que por tus propias propuestas. Eso es lo que busca Pere Aragonès y Esquerra. Es, de hecho, lo mismo que hizo Pedro Sánchez, que mantuvo Moncloa sin ganar y utilizando el miedo a Vox. Los republicanos copian la estrategia y lanzan una moneda al aire, aunque tenían la opción real de prorrogar presupuestos y agotar la legislatura.
Hay que recordar que tanto Pere Aragonès como la portavoz Patrícia Plaja se han hartado de recordar que no habría elecciones anticipadas. Recuerdo una pregunta en este sentido del director de esta casa, Arnau Borràs, hace tan solo unos meses. Plaja hasta se molestó y aseguró que en ningún caso había la mínima opción de votar este 2024. Ya conocen la realidad: en menos de dos meses escogeremos un Parlament.
La decisión de ERC no sé si tendrá los resultados que buscan. La realidad es que nadie les asegura que en un año estarán mejor, mientras que buscan pillar desprevenido a Carles Puigdemont, la CUP y los Comuns. En la ecuación sueñan con un Illa cuestionado por el caso Koldo, de modo que puedan salvar los muebles en un resultado que a día de hoy se atisba totalmente incierto.
Visto desde este punto de vista, se trata de la jugada más inteligente por parte de Pere Aragonès. Se pueden mostrar enfadados -aunque es solo responsabilidad de ellos que no se hayan aprobado los presupuestos- y buscar culpables fuera. Esto es de hecho muy procesista: yo soy la víctima y lo que me han hecho es una injusticia.
Aragonès tiene aún más problemas que los del líder del PSOE antes de las generales
El problema es que a Pere Aragonès le preguntarán por el informe PISA, por la inseguridad, por la sequía, por sus pactos con Pedro Sánchez o por la gestión de la inmigración. Su obra de gobierno es lo que marcarán los dos meses hasta el 12 de mayo y se le pueden hacer muy largos.
Pedro Sánchez, en cambio, supo jugar con los tiempos y fue capaz de retratar a Feijóo en cierto modo. Al líder del PP le sobraron dos semanas, esto es evidente. Lo que sucede es que Aragonès deberá lidiar con Puigdemont, con Illa, con la CUP, con Sílvia Orriols, contra Ignacio Garriga y un Alejandro Fernández en racha.
Pere Aragonès ha jugado a ser Sánchez buscando un resultado parecido. Pero ni él tiene su porte, ni tampoco cuenta con un solo rival. Se hace, pues, muy difícil pensar que pueda tener su misma suerte.
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