E-Noticies El Consell de la República llama a 'levantarse' en un acto con veinte personas
Está siendo una semana negra para las entidades procesistas
El procesismo ha vuelto a dar una muestra de su imparable proceso de declive. Tras el pinchazo de la convocatoria de la ANC contra el Rey Felipe VI en Montserrat, ahora ha sido el turno del Consell de la República. La entidad afín a Waterloo, presidida por Jordi Domingo, apenas ha logrado convocado a una veintena de personas en un acto en Arbúcies.
Lluís Llach en Montserrat, el pasado lunes | EFE
El presidente del Consell de la República, Jordi Domingo, encabezó este martes el acto conmemorativo de los 25 años de la Avinguda dels Països Catalans, en Arbúcies (Gerona). Las fotos del acto hablan por sí solas.
La escasa asistencia contrasta con la épica del mensaje. El presidente de la entidad llamó a “ponerse de pie” y “resurgir” para “luchar por una Cataluña libre”. Pese a haber reunido solo a un puñado de fieles, Jordi Domingo dijo que “es el momento de animar a aquellos que están desanimados”.
El procesismo siempre ha vivido en un universo paralelo, creando su propia realidad o moldeándola a su antojo. Esta es la mejor muestra de cómo los procesistas viven de espaldas a la realidad. Llaman a la rebelión pese a haber perdido desde hace tiempo el apoyo de su masa social.
Jordi Domingo, otro fiasco de Puigdemont
Jordi Domingo y Lluís Llach son dos caras de una misma moneda. Dos personajes cercanos a Puigdemont, a través de los cuales el presidente de Junts ha intentado controlar las entidades cívicas del independentismo. Dos personajes que llegaron al cargo con la voluntad de recuperar músculo social, pero que están acelerando el proceso de descomposición del independentismo.
El Consell de la República fue un órgano creado por Carles Puigdemont con la intención de ser un gobierno paralelo en el exilio. Cuando el Procés fracasó y muchos se dieron cuenta del engaño, empezó una avalancha de bajas.
Carles Puigdemont no consigue relanzar su proyecto | Europa Press
La crisis del Consell estalló por las acusaciones de corrupción y la supresión del órgano legislativo por parte de Carles Puigdemont y Toni Comín. El giro autoritario, coincidiendo con el pacto de Puigdemont con el PSOE, aceleró la descomposición del proyecto.
Waterloo intentó reconducir la situación convocando unas elecciones que ganó el candidato ungido por Puigdemont, Jordi Domingo. Pero su apuesta ha resultado ser otro fiasco. Igual que la ANC de Lluís Llach, el Consell no solo no logra crecer sino que genera más desafección.
Hartos del procesismo
"Se nota que llega once de septiembre y va justa la venta de camisetas", dice un irónico comentario a la publicación del CdR en X. "Fura procesismo, iros ya", dice otro menos sutil. "Es patético" exclama otro, y pide a los catalanes "dejar de subvencionar este chiringuito procesista".
"La imagen es patética", señala un usuario de X sobre el acto del Consell en Arbúcies. "Qué pena dáis", dice un comentario demoledor, "iros a casa y dejad de avergonzarnos de esta forma". Muchos se preguntan si "no véis la imagen que estáis dando", y "patético" y "lamentable" son las palabras que más se repiten.
Los comentarios reflejan el hartazgo ante el procesismo y su retórica vacía.
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