Carles Puigdemont rompe con la ANC

La Assemblea Nacional Catalana (ANC) nació en pleno auge del procés con la intención de ser una entidad transversal y masiva. Con los años fue perdiendo ese espíritu hasta acabar como una organización sectaria al servicio de Puigdemont. Sin embargo, una nueva crisis ha estallado en el seno del independentismo.

Las negociaciones por la investidura de Pedro Sánchez han llevado a la ANC a declarar la guerra a los partidos procesistas, incluido Junts. Este domingo, con motivo del aniversario del referéndum del 1 de octubre, la asamblea planteó un desafío al partido de Puigdemont. Algo que no ha gustado nada en Waterloo, y que podría suponer la ruptura definitiva entre la asamblea y el partido del expresident.

La ruptura entre la ANC y Carles Puigdemont rompe el bloque del independentismo radical, articulado en torno al Consell de la República. Por un lado, esto condena a la asamblea al aislamiento. Pero por otro, acerca más la posibilidad de una cuarta lista independentista en las próximas elecciones catalanas.

Dolors Feliu va a la suya

La ANC y el núcleo duro de Junts per Catalunya, con Puigdemont al frente, habían pactado no criticar la amnistía en el acto de conmemoración del 1-O. Waterloo quiere la máxima discreción en la recta final de unas negociaciones trascendentales. Así lo afirmó el propio Jordi Turull, secretario general de Junts, en el acto del domingo.

El evento estaba organizado por el Consell de la República, controlado por Waterloo. Por lo tanto, Junts entendía que la ANC enterraría el hacha de guerra y mantendría la posición de consenso. Pero la entidad fue por su cuenta y Dolors Feliu no dudó en cargar nuevamente contra la estrategia de los partidos.

Dolors Feliu no solo mencionó la amnistía sino que advirtió de la “trampa” y volvió a agitar la bandera de la Declaración Unilateral de Independencia (DUI). Una licencia que causó gran indignación en el entorno de Puigdemont. Así lo ha reconocido Antoni Castellà, dirigente del Consell de la República, en una entrevista en Cafè d’idees.

Según Castellà, Junts se comprometió a no mencionar las negociaciones con el PSOE para no convertir el evento en un acto de partido. Por su lado, las entidades pactaron un lema conjunto, “Independencia, autodeterminación, amnistía”. “Quedo perplejo cuando la presidenta de la ANC hace una crítica explícita al eslógan que ella misma ha acordado”, afirmó Castellà.

¿Cuarta lista?

El conflicto entre la ANC y el Consell de la República confirman la apertura de un nuevo espacio dentro del independentismo. Hasta hace poco había dos bloques muy claros, el moderado de ERC, partidario de la negociación con el Estado, y el de Puigdemont, con la estrategia de la confrontación. La crisis del procesismo abrió un cisma entre las bases de los partidos y su dirección, que se concretó en el movimiento abstencionista en las últimas elecciones generales del 23-J.

Las negociaciones para la investidura del gobierno español han acelerado la fractura del movimiento independentista. La ANC amenaza con presentar una lista cívica en las próximas elecciones catalanas. Pero además, aparecen nuevas propuestas como el independentismo identitario de Aliança Catalana o Clara Ponsatí y su nuevo partido.