
El independentismo radical agita la guerra civil entre catalanes
Julià de Jódar, miembro del secretariado nacional de la ANC, alenta el retorno de la violencia en las calles
El independentismo radical ha perdido el músculo que tuvo en su momento, durante el auge del Procés. Nunca fue mayoritario, pero sí tuvo una fuerza suficiente en el parlamente y en la calle para imponer sus tesis. Ahora, ante el cambio de contexto, han decidido echarse al monte.
La Assemblea Nacional Catalana (ANC), liderada por Lluís Llach, presentará el próximo 15 de enero su nueva hoja de ruta. Una nueva estrategia que reivindica la vía unilateral, y apuesta por la confrontación con el Estado. La idea es aumentar la conflictividad en las calles para provocar una reacción del Estado que atraiga la atención internacional.

En el Secretariado Nacional de la ANC está el exdiputado de la CUP Julià de Jódar. En una tertulia en Vilaweb ha dicho que "la guerra civil es una hipótesis legítima y loable", y dibuja un "panorama de violencia estructural profunda". En consonancia con la hoja de ruta, ha llamado a las "huelgas, cortes de comunicación y ocupación de edificios oficiales en defensa de la independencia".
Huelgas, ocupaciones, cárcel y exilio
Julià de Jódar dice que "hay que estar preparados para ir a la cárcel o al exilio". Los partidos procesistas, alentados entre otros por la ANC, ya lanzaron en su momento a la gente a las calles para después dejarles tirados. Esta es una de las razones de su pérdida de credibilidad.
La ANC ha sido identificada como cómplice de la traición de la élite procesista a las bases independentistas. Con el tiempo ha perdido su carácter transversal y ha quedado como un reducto de independentistas radicales y elementos afines a Puigdemont.
En la tertulia estaba también Josep Costa, exvicepresidente del Parlament y antiguo aliado de Puigdemont. Ahora da voz a las teorías más radicales del independentismo. Según él, "después de declarar la independencia no hacen falta huelgas ni ocupaciones, solo ley y orden, la capacidad de hacerse obedecer".
En una afirmación aún más desconcertante, Josep Costa dice que "no estamos en el final del Procés sino en el inicio". Pero tanto la ANC como el independentismo atraviesan una crisis de credibilidad y apoyos, que puede ser irreversible.
El independentismo toca fondo
Según la última encuesta del CEO, el apoyo de los catalanes a la independencia ha tocado fondo desde el inicio del Procés. Lo cual coincide con la debacle electoral de partidos como Junts y ERC, y la crisis de entidades como la ANC y el Consell de la República.
La sensación es que ha habido un divorcio masivo de las bases independentistas hacia los partidos, las entidades y sus líderes. Los desafectos han optado por el abstencionismo o el voto a opciones reactivas como Aliança Catalana. Donde más se expresa la desafección es en la desmovilización y la caída del activismo independentista.
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