Jaime Peñafiel sobre un fondo de parís y a un lado un círculo con una cafeteria de parís con detalles rojizos
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El restaurante de París donde Jaime Peñafiel comió carne humana por error

El Maxim's de París ofreció carne humana a Jaime Peñafiel en un banquete que ofreció Bokassa cuando se proclamó emperador del imperio de Centroáfrica


Jaime Peñafiel se vio involucrado en una insólita experiencia gastronómica en el restaurante Maxim's de París en 1976. Según las declaraciones en su libro La mesa está servida, majestad, durante un banquete organizado por el entonces líder autoproclamado del imperio de Centroáfrica, Jean-Bédel Bokassa, se sirvió carne humana. Peñafiel, reconocido por su trayectoria en el mundo periodístico centrado en las casas reales, se encontraba entre los comensales que probaron este insólito plato.

Jaime Peñafiel con rostro sonriente

En su revelador libro publicado en 2010, Jaime Peñafiel dejó boquiabiertos a sus lectores al compartir una experiencia única que calificó como la más extraña de su vida. En dicha obra, el periodista relata con asombrosa naturalidad el episodio en el que, por error, probó carne humana durante ese banquete. El restaurante Maxim's jamás dio ninguna explicación sobre el tema.

Actualmente, el restaurante se encuentra abierto y la experiencia de aquel día es un acontecimiento extraordinario en su historia gastronómica. El mismo Peñafiel deja claro que la carne la trajeron los camareros de Bokassa y que el restaurante no tuvo nada que ver. El libro del periodista también incluye otras anécdotas fascinantes sobre sus encuentros en las comidas reales.

Una escritura que remarca la frase ''comí carne humana sin saberlo''

El restaurante donde Jaime Peñafiel probó la carne humana es uno de los restaurantes más caros de la ciudad parisina

El Maxim's de París, un verdadero ícono que ha resistido el paso del tiempo, se presenta como un lugar que ha sido testigo de la evolución de París. Se proclama como un establecimiento que ha estado abierto ''desde que París está de moda, desde que París es mundo''. Este establecimiento busca encapsular la esencia de una casa parisina, sirviendo clásicos de la gastronomía burguesa que han perdurado a lo largo de los años.

Recientemente, ha renovado sus platos legendarios del pasado para modernizarlos. Destacan las ancas de rana con perejil o el pollo Enrique IV, famoso por ser la especialidad de su majestad en el pasado. El lugar tiene una carta selecta y que no es apta para cualquier bolsillo.

En los platos para compartir, hay foie gras de pato con brioche por 42 € o jamón de pata negra con pan por 60 €. Para aquellos que sean amantes de la exclusividad, se presenta la opción del caviar, disponible por 250 € o la aún más sublime beluga por 650 € por 50 gramos. En los entrantes, la opulencia se hace presenta con platos como una ensalada de bogavante entero con vinagreta de trufa a 70 €.

En los platos principales, el comensal podrá encontrar sutilices como las lubinas con salsa de chocón por 150 € o las vieiras con puré de patatas y caviar por 71 €. Los postres mantienen el mismo glamour: una crepe simple de azúcar por 22 euros o, el precio más accesible, un surtido de sorbetes y helados por 14 €.

El lugar ofrece una experiencia completa, ya que tras una cena o comida, su bar abre desde las 19 h hasta la medianoche. Durante ese tiempo, los comensales pueden disfrutar de actuaciones en vivo que combinan jazz y pop y, seguidamente, un DJ se hace cargo hasta el cierre del local. Como dicen en el lugar: primero se cena, luego se baila y, a veces, ambas cosas ocurren simultáneamente. 

Este icónico establecimiento se enorgullece de haber recibido a la élite mundial, incluyendo reyes, estrellas y artistas. Es por esto que se exige un código de vestimenta formal, garantizando que quienes ingresen podrán sumergirse en una experiencia gastronómica y social de la más alta calidad.

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