Tu horóscopo Géminis para hoy 27 de abril

Amor

En tu horóscopo de hoy, Géminis, cada vez que te reúnes con tus amigos, las conversaciones siempre acaban girando en torno al sexo. Eso conseguirá ponerte los dientes largos, sobre todo si llevas unos cuantos días sin intimar con tu pareja.

Tampoco debes prestarle tanta atención a ciertos comentarios que hagan los demás, ya que mucha gente presume de realizar cosas cuando en realidad no es verdad.

En cualquier caso, te notarás  un tanto extraño en medio de esa conversación, sobre todo porque forma de la vida privada de cada persona.

Los que lleven poco tiempo con su pareja intentarán ir despacio para no pisar en falso. Intentarán llevar la relación con la máxima discreción y ese secretismo puede sentarle mal a la otra persona.

Dinero

Aquellos Géminis que se encuentren trabajando de cara al público tendrán que morderse la lengua en más de una ocasión para no dar una mala contestación a un cliente. Tendrán que armarse de paciencia.

Para no tirar piedras sobre su tejado, lo mejor es que se mantengan alejados de cualquier polémica.

Hoy no será el mejor día para probar fortuna con los juegos de azar y las apuestas. Empezarás perdiendo dinero y al intentar recuperarlo agravarás la situación. Ten mucho cuidado si te rodeas de tus amigos, ya que lo más probable es que te inciten a jugar más.

Hay que saber  ponerle freno a este tipo de situaciones, sobre todo cuando hay dinero por el medio.

Salud

En ocasiones, para sentirte bien contigo mismo, necesitas hacer algún acto altruista. Te gusta ayudar a los demás sin necesidad de esperar nada a cambio.

Por eso hoy puede ser un día propicio para acercarte hasta alguna asociación sin ánimo de lucro y echar una mano en todas aquellas actividades en las que puedas ser útil. También tendrás tiempo para dedicárselo a tus familiares más directos, sobre todo los que estén atravesando por un algún problema.

Aprecias como en los últimos días se te ha caído bastante pelo y te muerdes las uñas con bastante frecuencia. Todo esto es un síntoma de que los nervios te están jugando una mala pasada.