Terelu Campos y sus mil contradicciones para seguir facturando a costa de su madre

El pasado miércoles la revista Lecturas llevaba como protagonista en su portada a un nuevo rostro del universo Sálvame, y en esta ocasión no se ha tratado de otra que de Terelu Campos.

La presentadora posaba en bañador, dejando atrás sus complejos, con una piscina de fondo en un ambiente veraniego. Hasta ahí todo en orden.

Todo en orden si no fuera porque la imagen de felicidad por esta estación del año en la que nos encontramos produce un gran contraste con las declaraciones que esta ha realizado a la citada revista: “Ya no soporto más ver sufrir a mi madre”, es el titular que ha escogido la cabecera.

Esto no es directamente culpa de Terelu, ya que no es algo que ella escoja. Además, hay que tener en cuenta que tanto el posado como la entrevista es algo que ya dejó hecho días previos a emprender su viaje a Miami y a México. De hecho justo cuando salió la publicación esta se encontraba ultimando las grabaciones para Netflix en México.

Lo que sí recae sobre su conciencia es el hecho de que continúa beneficiándose económicamente hablando de las tragedias de su madre. Que sí, que evidentemente tanto ella como su hermana Carmen son las primeras que están en todo su derecho de contar lo que consideren oportuno, pero qué incoherencia el hecho de que Terelu haya sido la primera que haya alertado públicamente a los medios de comunicación (incluso a los políticos) con el fin de que se proteja a su madre, María Teresa Campos. Ella es la primera que la está exponiendo para que todos opinen de su triste enfermedad.

Hasta su propia hija, Alejandra Rubio, se ha mostrado sorprendida con esta exclusiva: “Lo que más me ha sorprendido es que ella se abra en este tema porque es verdad que ha pedido a la prensa que no se trate y que no se fotografíe a mi abuela”.

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Y, repito, esto lo dice su propia hija, quizá lo diga porque realmente lo piensa o bien para generar un poco de controversia en los platós de televisión. Esos mismos platós en los que ahora impera el excesivo buenismo y en los que parece que ya no se puede ni decir lo que realmente se piensa (siempre con respecto) sobre este modus operandi que, en mi opinión, deja bastante que desear.

Entiendo que los ingresos de las Campos se puedan ver mermados a raíz del fin de Sálvame, entiendo que haya que facturar para mantener el alto nivel de vida que quieren llevar, pero lo que nunca entenderé son las contradicciones, que se intente vender que esto lo hacen con el fin de que el público empatice con su situación (a golpe de talonario) o cosas como “ojalá fuera millonaria para poder quedarme en casa con mi madre, pero tengo que trabajar”. Estas declaraciones, para mí, ofensivas y que no se ajustan a la realidad, las hizo Terelu Campos hace menos de una semana. Como lo leen.