La otra casa de Pilar Eyre donde disfruta de sus vacaciones: a una hora de Barcelona
El precioso lugar donde Pilar Eyre disfruta de sus vacaciones lejos de Barcelona: su paraíso particular
Pilar Eyre se ha ganado un lugar destacado como periodista especializada en la Familia Real española. Con una trayectoria sólida, ha acumulado un notable éxito profesional que le ha permitido disfrutar de un estilo de vida cómodo. Sin embargo, pocos detalles de su ámbito personal han trascendido al público.
Aunque es reservada con su vida privada, Pilar mantiene una presencia activa en redes sociales. A través de estas plataformas, comparte con sus seguidores algunos fragmentos de su día a día. En ocasiones, ha mostrado imágenes junto a su hijo y de su fiel compañero, su perro Brody.
El rincón secreto de Pilar Eyre en Cataluña
Uno de los lugares más especiales para Pilar es su casa en Llafranc, un pequeño y encantador municipio de la Costa Brava. Este refugio, rodeado por la tranquilidad del entorno rural y las impresionantes vistas del Mediterráneo, es donde la escritora encuentra el equilibrio entre su vida profesional y personal. Allí pasa largas temporadas, ya sea escribiendo o simplemente disfrutando de la paz que ofrece el lugar.
La escritora catalana describió Llafranc como un “paraíso” tras la relajación de las restricciones de movilidad en Cataluña durante la pandemia. Para ella, esta localidad en Girona es más que una segunda residencia; es un rincón lleno de recuerdos y momentos únicos.
Este pueblo costero de la Costa Brava es conocido por su belleza natural y su ambiente sereno. Sus playas de aguas cristalinas y arena dorada atraen tanto a visitantes nacionales como internacionales. Además, cuenta con un paseo marítimo que combina vistas espectaculares con una oferta variada de restaurantes y tiendas donde los productos locales son los protagonistas.
El municipio ha invertido en mejorar sus servicios y espacios públicos para preservar su atractivo y ofrecer una experiencia única a quienes lo visitan. Entre sus eventos más destacados están festivales culturales y actividades que celebran las tradiciones de la región, reforzando su identidad mediterránea.
Para Pilar Eyre, Llafranc es mucho más que un destino turístico. Es su refugio para recargar energías, inspirarse y disfrutar con su perro Brody explorando los alrededores. Este rincón de la Costa Brava representa para ella un espacio de tranquilidad en medio del bullicio de su carrera y su vida en Barcelona.
Mientras Llafranc sigue ganando popularidad entre los viajeros, Pilar Eyre disfruta de su particular “paraíso” en un entorno que combina belleza, paz y tradición mediterránea. Un rincón que, sin duda, tiene un lugar especial en su corazón.
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