Marta Riesco cuenta que tuvo ganas de morirse tras romper con Antonio David

Marta Riesco atraviesa un momento complicado a nivel emocional. Desde que fuese despedida de Telecinco y posteriormente terminase su relación con Antonio David Flores, su vida se ha tornado de color gris y así lo manifiesta ella diariamente a través de sus redes sociales.

No se caracteriza precisamente por tener filtros a la hora de hablar y su incontinencia verbal le pasa factura con bastante frecuencia, pero cambiar en ese sentido no está entre los planes de Marta.

De hecho, charlando con Marta hace un par de días en el canal de YouTube Telesalseo, me di cuenta de que, a pesar de que me sigue faltando bastante autocrítica por su parte y de que hay cosas que me siguen sin cuadrar, es difícil no empatizar con ella en algunas situaciones.

Nos habló de que Olga Moreno no es realmente la persona que todos piensan y a la que tanto defienden, de sus diferencias con Rocío Flores y de un 90% de la historia intrafamiliar que, según ella, todos desconocemos. Ahí puedes creer su versión (la única hasta el momento, ya que el resto guardan silencio) o simplemente dar por hecho de que "miente", como hacen muchos.

Respecto a su situación con Antonio David, con el que las idas y venidas durante los últimos tiempos han sido una dura realidad, Riesco asegura lo siguiente: "Ha perdido a la mujer de su vida, él sabe perfectamente lo que hay y cómo está todo. Solo decirle que ha perdido a la mujer de su vida, a la que más ha querido y de la que más se ha enamorado, como él me dijo, cosa que me creo al cien por cien".

Cuidado, porque esta afirmación puede resultar muy peligrosa para ella, porque ella misma está afirmando que el comportamiento del ex de Rocío Carrasco ha dejado mucho que desear con ella, que ha sido egoísta y que ha huido cuando la situación se ponía complicada sin darle su lugar. La romantización de unas palabras que no van acompañadas de acciones... mal.

Aunque Marta Riesco reconoce que gracias a la terapia psicológica y a su psiquiatra ha notado avances en su estado de salud, ha recordado el que ha sido sin duda su peor momento, llegando hasta el punto de plantearse desaparecer:

“He caído tan abajo, han estado tan preocupados por mí y he visto todo tan oscuro, que he dicho que yo no puedo morir por esto. No quiero acabar mi vida ahora porque estoy convencida de que voy a sobreponerme de todo, pero he tenido ganas de morirme”.

Unas declaraciones que me hicieron sentir muchas cosas. Al final somos humanos, y pese a todo lo criticable (que es mucho) yo encontré una Marta sincera, serena y relajada como no la había visto antes. De todo se aprende, y espero que haya comprendido que las cosas se pueden hablar tranquilamente y que, si se quiere, se puede llegar a buen puerto, o al menos, a un entendimiento.