Silvia y Carlos de Suecia vestida formalmente posa en un entorno elegante, con un recuadro que muestra una imagen borrosa de dos personas sentadas al aire libre con un perro.
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Los reyes Carlos y Silvia publican la foto definitiva: Europa, en vilo

Los monarcas suecos, Carlos y Silvia, dejan boquiabierto a todo el mundo con su última foto que han hecho pública

Después de semanas marcadas por críticas y cuestionamientos financieros, los reyes de Suecia han decidido tomarse un respiro en un lugar cargado de historia personal. Carlos XVI Gustavo y Silvia han pasado las vacaciones de Pascua en una cabaña modesta, alejada del ruido y rodeada de naturaleza. Este retiro, situado en la frontera con Noruega, ha sido el escenario elegido por el monarca y su esposa para desconectar.

Un refugio con historia

La cabaña de montaña, ubicada en Storlien, dentro de la provincia de Jämtland, no es una propiedad cualquiera. Fue un regalo de bodas para los padres del rey, la princesa Sibylla y el príncipe heredero Gustaf Adolf, por parte de una asociación que promovía la vida al aire libre. A solo dos kilómetros de la frontera noruega, este espacio se ha convertido en un refugio al que la familia ha regresado en distintas etapas.

Silvia y Carlos de Suecia vestidas de negro caminan juntas en un evento formal.

En esta ocasión, los reyes han viajado sin hijos ni nietos: sentados en sillas de camping, acompañados por su perro Brandie y una simple esterilla, han disfrutado del clima primaveral. Carlos XVI Gustavo incluso ha practicado esquí de fondo, una versión más tranquila del deporte que tanto disfrutó en su juventud. La escena contrasta fuertemente con la más reciente escapada de la familia a Brasil, que despertó numerosas críticas.

Regresando a lo esencial

El plan, que recuerda a las vacaciones que compartían con sus hijos cuando eran pequeños, tiene un fuerte componente nostálgico. Victoria, Magdalena y Carlos Felipe crecieron disfrutando de estas escapadas en Pascua, y hoy los reyes han decidido volver a esa rutina sencilla. Esta elección no ha pasado desapercibida, sobre todo después del revuelo causado por sus vacaciones anteriores.

El contexto no ayuda: la monarquía sueca enfrenta actualmente una situación económica complicada. Según se ha informado, el presupuesto actual no alcanza para cubrir todas las actividades oficiales, ni el mantenimiento de los palacios, jardines ni eventos conmemorativos. La situación financiera, agravada desde la pandemia, ha obligado a la Casa Real a solicitar préstamos al gobierno para solventar algunos de estos gastos.

Silvia y Carlos de Suecia sentadas en una mesa con una bandera de México en el centro.

Disputas pendientes con el Estado

Además de los problemas económicos, existe una disputa entre el Estado sueco y la Casa Real sobre el uso y rendimiento de las propiedades que pertenecen a la corona sueca. Las diferencias sobre cómo administrar estos bienes han generado tensiones que siguen sin resolverse. En este contexto, el retiro de Carlos XVI Gustavo y Silvia a un entorno simple y familiar cobra otro significado.

No solo es un gesto de retorno a las raíces, sino también una respuesta indirecta a las críticas. Mostrar una imagen más cercana, sencilla y austera, puede ser una manera de reconectar con la opinión pública.

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