Julia Otero: Quién era Elia, su madre, y su pasado más desconocido

Julia Otero ha anunciado hoy el fallecimiento de su madre. Lo ha hecho a través de una emotiva publicación a través de su cuenta de Instagram. La imagen se ha llenado de comentarios rápidamente, y es que no cabe duda que la periodista estaba muy unida a su madre.

"La madre es la última frontera, la mía se despidió de la vida en paz, con amor y cogida de las manos que tanto amaba. Hoy el vacío es tan profundo que duele mucho. Por lejos que marches trastearás en cada rincón de mi memoria, siempre estarás en mí", ha compartido Julia Otero.

Julia Otero y el pasado oculto de su madre Elia

Elia Pérez no tuvo una infancia fácil. Así lo contó ella misma en La Razón, dónde la entrevistaron justo en el inicio de la pandemia. Allí, sorprendió hablando un poco de su vida, ya que se conocen pocos datos sobre ella. 

"Nací en el año de la guerra, me crie sin madre, en plena posguerra, luego tuve que emigrar. Hemos pasado tantas calamidades que esto lo llevo bien. La naturaleza está harta de nosotros, y con razón, estoy tranquila, pero hay que tomar nota y cambiar de estilo de vida", declaró. 

Unas duras declaraciones, pero que a su vez nos permitieron conocer un poco más sobre la madre de Julia Otero. Con estas palabras, Elia demostró que, aunque las circunstancias la llevaron lejos, el amor por su tierra nunca se desvaneció.

Julia Otero siempre ha estado muy unida a su madre

Julia Otero nació en la pequeña aldea de Santa María da Penela, situada en el municipio de Monforte de Lemos, en la provincia de Lugo. A la edad de tres años, sus padres decidieron trasladarse a Barcelona. Donde su padre encontró empleo como vendedor de electrodomésticos.

Otero pasó su infancia y juventud en Cataluña, pero siempre mantuvo un vínculo especial con su tierra natal. Según relató en una entrevista en Vanitatis, cada verano regresaba a la casa familiar en Santa María da Penela desde que tenía seis años.

Aunque se estableció en Barcelona y forjó una exitosa carrera como periodista y presentadora, nunca dejó de lado sus orígenes gallegos. Su amor por su aldea natal y las memorias de los veranos allí fueron una constante en su vida.

Cada visita a Galicia era una oportunidad para disfrutar de la tranquilidad del entorno rural y revivir los recuerdos de su infancia. La conexión con su pueblo iba más allá de lo físico, era un vínculo emocional que la ha acompañado a lo largo de su vida.