La Casa Real ha confirmado un hecho sin precedentes: el rey Felipe ha visitado dos misiones clave de la OTAN en el Este de Europa. Este viaje, de carácter oficial y altamente estratégico, se ha desarrollado íntegramente fuera del territorio español. Con ello, el monarca ha reforzado su papel institucional como jefe supremo de las Fuerzas Armadas en un contexto marcado por la tensión con Rusia.
Felipe VI ha completado un recorrido militar por Rumanía y Eslovaquia, donde España mantiene a más de mil efectivos desplegados. Ha estado acompañado en todo momento por la ministra de Defensa, Margarita Robles, y por la cúpula militar encabezada por el almirante general Teodoro Esteban López Calderón. La visita ha incluido encuentros con altos mandos, ejercicios multinacionales y reuniones con los presidentes de ambas repúblicas.
El viaje se ha producido en un momento clave para la OTAN, coincidiendo con maniobras como el ejercicio ‘Strong Lineage 25’ en Eslovaquia. Esta operación tiene como objetivo fortalecer la interoperabilidad de la Brigada Multinacional en el flanco oriental. España, como nación líder del battle group desplegado en suelo eslovaco, ha enviado refuerzos adicionales durante este ejercicio, reafirmando su compromiso con la defensa colectiva.
El rey Felipe VI visita a las Fuerzas Armadas en el Este de Europa y respalda su labor internacional
En Eslovaquia, Felipe VI ha saludado personalmente a los integrantes de la Brigada ‘Galicia VII', principalmente del Regimiento ‘Príncipe nº 3', que será relevado próximamente tras seis meses de misión. Para el general Pardo de Santayana, la visita del rey ha sido un firme apoyo a las tropas desplegadas fuera de España. También ha señalado que la presencia del rey ha elevado la moral de los efectivos desplegados.
Rumanía ha sido la segunda parada del periplo real, donde el monarca ha conocido de cerca la labor de los infantes de marina y del destacamento aéreo ‘Tigru’. Este grupo, compuesto por aviadores del Ejército del Aire, opera un radar de alerta temprana crucial para la vigilancia del espacio aéreo. La cooperación hispano-rumana ha sido uno de los aspectos destacados de este viaje, que ha buscado reforzar los lazos de defensa mutua.
Durante las jornadas, don Felipe ha recorrido campos de maniobras, instalaciones militares y acuartelamientos. Su agenda ha incluido sesiones informativas sobre el avance de los objetivos marcados por la OTAN, que contempla alcanzar en 2027 la plena operatividad de la brigada multinacional. España ha sido reconocida como uno de los pilares fundamentales de esta estrategia defensiva en el Este de Europa.
La visita del rey Felipe reafirma el compromiso de España con la estabilidad europea
La Familia Real ha subrayado la importancia del viaje como respaldo al trabajo discreto de las Fuerzas Armadas en un contexto internacional delicado. Este tipo de desplazamientos, aunque alejados del foco mediático habitual, evidencian la implicación directa del rey con las misiones internacionales. Ha quedado claro que, aunque todo haya sido lejos de España, su significado ha tenido un profundo alcance nacional.
Con esta visita histórica, Felipe VI ha dado un paso más en su consolidación como referente en política de defensa. Ha mostrado conocimiento directo del despliegue militar español en el exterior y ha enviado un mensaje claro de unidad entre las instituciones. La OTAN ha valorado positivamente este gesto, que simboliza el compromiso de España con la seguridad europea frente a amenazas como la de Rusia.
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