Carmen Lomana aclara por qué Raphael la ha ayudado a reconciliarse con su pasado
Carmen Lomana se abre en canal para contar la dura decisión que tuvo que tomar tras la muerte de su marido
Carmen Lomana se ha abierto en canal para compartir con toda la audiencia de Antena 3 uno de los episodios más duros de toda su vida: el fallecimiento de su marido.
Según ha desvelado la socialité, después de que los médicos le confirmaran la muerte cerebral de Guillermo Capdevila, tuvo que tomar una importante decisión. Y aunque en un primer momento se negó, finalmente acabó donando los órganos del amor de su vida.
Una dura decisión que le ha perseguido durante todos estos años. Sin embargo, según ha confirmado Carmen Lomana en Espejo Público este martes, 21 de mayo, fue el propio Raphael el que ayudó a olvidar este dilema que tanto la ha atormentado:
“Siempre me he preguntado si hice bien, pero un día hablando con Natalia Figueroa y Raphael, que él vive gracias a un hígado trasplantado, ese día me reconcilié. Cada vez que hablo con alguien al que le han trasplantado me siento feliz, me pregunto quién será quien tenga el corazón de mi Guillermo”.
Este martes, el programa ha emitido Morir para dar vida, el nuevo reportaje de Alonso Caparrós. A través de esta pieza audiovisual, han hablado sobre la importancia de donar órganos para salvar otras vidas. Y para ello han contado con el testimonio de médicos, familiares, enfermos y donantes, entre los que se encuentra la dolorosa experiencia de Carmen Lomana.
Carmen Lomana ha asegurado que su charla con Raphael la ayudó mucho: “Ese día me reconcilié”
Carmen Lomana no ha tenido ningún problema en compartir su duro testimonio durante el último reportaje de Alonso Caparrós que ha emitido Espejo Público. Tanto es así que es la primera vez que la socialité habla de este tema con tanta claridad.
Tal y como ha asegurado, se trasladó corriendo al hospital nada más enterarse del accidente de su marido. Sin embargo, cuando ella llegó, ya no se podía hacer nada por él. Información que le costó asumir:
“Fui al hospital y le vi, pensaba que no tenía nada. Le toqué, estaba caliente, le di un beso y le dije que ya estaba allí, que no se preocupara. Yo notaba que los médicos me miraban… Uno se acerca y me dice: señora, está muerto”.
Tras negarse a creer esta noticia, Carmen Lomana le hizo una dolorosa pregunta a los médicos: “¿Es muerte cerebral?”. “Me respondieron que sí, que tenía encefalograma plano y que había que desconectarlo”, añadió a continuación.
Fue en este momento cuando a la socialité se le “encendió una bombilla”. Tanto es así que no dudó en hacerle otra pregunta más. “¿Me están diciendo que es el típico caso de trasplante de órganos?”, dijo ella.
“Me dijeron que sí, pero que no se atrevían a decírmelo. Yo les dije que no, que no iba a donar nada. Por lo que me volvieron a preguntar, porque se podían salvar un montón de vidas”.
Una decisión que para Carmen Lomana fue muy difícil de tomar, ya que, nunca había hablado de este tema con su marido. Sin embargo, finalmente, acabó aceptando:
“Le abracé y le pedí que me arrojara algo de luz, que qué le gustaría hacer. En ese momento se acercaron para decirme que tenía que despedirme ya y que tomara una decisión. Les dije que hiciesen lo que quisieran, que si servía para algo bueno, adelante… Dije eso y me desmayé sobre su cuerpo”.
Y aunque durante mucho tiempo fue algo que no le dejaba de rondar por la cabeza, tras su conversación con Natalia Figueroa y Raphael, cambió totalmente su perspectiva.
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