Así han crecido las hijas de Judit Mascó y Eduardo Vicente: son clavadas a su madre

Judit Mascó es una de las modelos catalanas más destacadas del país. A lo largo de su carrera, especialmente en las décadas de los 90 y 2000, fue el rostro de numerosas revistas. Convirtiéndose en un ícono del mundo del modelaje.

Su trayectoria la ha consagrado como una de las grandes referentes en la moda. Sin embargo, hoy en día se mantiene alejada de las pasarelas, aunque sigue apareciendo de manera ocasional en la televisión y en campañas publicitarias.

Así han crecido las cuatro hijas de Judit Mascó

A pesar de que ya no participa activamente en los desfiles, Judit Mascó sigue vinculada al mundo de la moda y la comunicación. Han pasado más de 20 años desde que se casó con el reconocido abogado Eduardo Vicente, con quien ha formado una familia numerosa.

El matrimonio ha creado un entorno familiar dominado por mujeres, ya que Judit ha sido madre en cuatro ocasiones. Sus hijas son: Maria, Paula, Romita y Clara. Judit Mascó, siempre que ha podido, ha presumido orgullosa de sus hijas en eventos públicos.

Recientemente, con motivo del 30 aniversario de la Fundació Ared, la catalana ha asistido al evento con la familia al completo. No es raro verlas acompañando a su madre en alfombras rojas y otros actos de relevancia, mostrando así la estrecha relación familiar que mantienen.

Judit Mascó y Eduardo Vicente: la pareja perfecta

Uno de los momentos más memorables en la vida de Mascó fue el 23 de julio de 1993, cuando contrajo matrimonio con Vicente. La pareja se conocía desde la adolescencia, ya que Judit tenía solo 15 años cuando Eduardo, el mejor amigo de su hermano, entró en su vida.

Su boda fue una celebración íntima en Viladecavalls, con la asistencia de solo 80 invitados cercanos. Judit ha expresado en varias ocasiones que su vida junto a Eduardo ha sido su "mayor tesoro".

La pareja ha compartido muchos momentos especiales, incluyendo un viaje a la India en 1996. Este viaje fue especialmente significativo para ambos, ya que, durante su estancia, decidieron apadrinar a dos niños.

A lo largo de los años, el matrimonio ha forjado una relación sólida basada en el apoyo mutuo y los valores familiares. Juntos han construido una vida llena de amor, lo que ha sido fundamental tanto en su crecimiento como en la formación de su familia.