Mujer abanicándose en la calle durante una ola de calor con iconos de advertencia meteorológica y altas temperaturas superpuestos
EL TIEMPO

Ya avisan: los meteorólogos alertan de algo inusual con el tiempo de julio en España

Los expertos han analizado las previsiones del tiempo y han descubierto una tendencia muy inusual en julio

Este verano de 2025 está dejando un patrón meteorológico muy interesante y, sobre todo, muy inusual. Las recurrentes tormentas violentas que han afectado a gran parte del país están marcando un mes de julio fuera de lo habitual. Desde páginas especializadas como Meteored ya vienen avisando: este año está siendo excepcionalmente activo en cuanto a fenómenos intensos y virulentos.

Durante el pasado mes de junio, se registraron al menos nueve episodios con granizo de más de cinco centímetros de diámetro. En algunos casos, se han alcanzado bolas de hielo de más de siete, capaces de causar daños materiales considerables. Uno de los responsables de este tiempo es, sin duda, la ola de calor marina en el Mediterráneo, que mantiene las aguas excepcionalmente cálidas.

Termómetro digital en la calle marcando 45 grados centígrados con árboles de fondo y dibujos de sol y calor.

Una situación que aviva las tormentas con granizo

Esta situación aporta grandes cantidades de humedad a la atmósfera, lo que alimenta las tormentas y hace que sean especialmente intensas. Sin embargo, hay un segundo factor en juego, menos visible pero muy importante: el comportamiento del chorro polar. El chorro polar es una corriente de vientos que circula en niveles altos de la atmósfera y que separa el aire frío del ártico del aire más cálido de latitudes subtropicales.

Esta cinta transportadora de masas de aire normalmente fluye de oeste a este en forma más o menos lineal. Pero en los últimos años se ha vuelto más ondulada, en parte debido al cambio climático. Esa ondulación del chorro polar, que varios estudios vinculan con el calentamiento del planeta, está provocando patrones de tiempo más persistentes y extremos.

Un ejemplo son las de calor prolongadas, las lluvias torrenciales o la llegada de profundas borrascas incluso en verano. Cuando esas ondulaciones bajan de latitud, arrastran vaguadas y gotas frías desde el Atlántico, que encuentran una atmósfera sobrealimentada de vapor de agua gracias al calor del mar. Este verano, además, se observa una bajada del frente polar, lo que ha facilitado la entrada de sistemas más propios de la primavera u otoño.

Termómetro marcando altas temperaturas con fondo de sol intenso, un recuadro muestra una calle inundada y al fondo se observan relámpagos y un icono de tormenta.

La virulencia de las tormentas llama la atención de los expertos

Lejos de las típicas tormentas veraniegas que suelen afectar zonas montañosas como el Sistema Ibérico o los Pirineos, las que estamos viviendo ahora son más amplias, más intensas y más destructivas. Y esto no ha acabado. La próxima vaguada ya tiene fecha de llegada y se espera que sea igual de intensa que las demás.

Será este fin de semana, con previsión de provocar fuertes tormentas en el interior de la mitad norte y nordeste peninsular. Un nuevo episodio que confirma lo que ya muchos meteorólogos advierten: el verano de 2025 está siendo climatológicamente excepcional. Asimismo, avisan que podría marcar un punto de inflexión en cómo entendemos el tiempo estival en España.

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