Los trabajadores que deberán esperar a cumplir los 66 años para jubilarse
Hay un grupo de empleados que no podrán solicitar la pensión de jubilación hasta cumplir los 66 años
En España, el acceso a la pensión de jubilación se ha convertido en un tema clave para muchos trabajadores que anhelan el merecido descanso tras décadas de esfuerzo.
Sin embargo, no todos podrán retirarse al cumplir los 65 años. De hecho, una buena parte de la población deberá esperar a los 66 años y seis meses para poder acceder a su pensión completa.
Esta situación afecta principalmente a aquellos que no han cotizado los años suficientes para beneficiarse de una jubilación anticipada o de la pensión completa a una edad inferior.
¿Por qué deben esperar hasta los 66 años?
El motivo principal por el que algunos trabajadores deben esperar hasta cumplir los 66 años y seis meses para jubilarse es la reforma de las pensiones aprobada en 2011.
Esta ley, implementada gradualmente, estipula que solo podrán jubilarse a los 65 años quienes hayan cotizado al menos 37 años y nueve meses. Aquellos que no alcancen este mínimo deberán esperar hasta los 66 años y medio para recibir su pensión completa.
Esta medida busca equilibrar las cuentas del sistema de pensiones en un contexto de envejecimiento de la población y aumento de la esperanza de vida.
De hecho, en Europa, muchos países han optado por extender la edad de jubilación para hacer frente a las presiones económicas que supone una población envejecida.
¿Cómo afecta esta reforma a los trabajadores?
Para los trabajadores que no cumplen con el periodo mínimo de cotización, las implicaciones son significativas. En primer lugar, tendrán que seguir trabajando hasta los 66 años y seis meses.
Esto puede suponer un reto especial para aquellos en empleos físicamente exigentes o con problemas de salud. Además, no podrán beneficiarse de las opciones de jubilación anticipada que están disponibles para quienes han cotizado los años necesarios.
Por ejemplo, si un trabajador desea acogerse a la jubilación anticipada voluntaria, puede hacerlo hasta dos años antes de la edad legal. Sin embargo, deberá haber cotizado al menos 35 años, y su pensión será reducida en función de los años de adelanto. Las penalizaciones pueden oscilar entre el 2,81% y el 21%, dependiendo del número de años que se adelante la jubilación.
Para otros, la jubilación forzosa es una opción. Pero solo si se ha perdido el empleo de manera involuntaria y siempre que se hayan cotizado al menos 33 años. De nuevo, los descuentos en la pensión se aplican de manera proporcional.
¿Qué otras alternativas existen?
Existen ciertas excepciones a esta normativa, sobre todo para aquellos que trabajan en profesiones consideradas peligrosas o de especial penosidad.
Mineros, bomberos, policías locales, personal ferroviario y trabajadores del sector taurino, entre otros, pueden adelantar su jubilación sin ver recortada su pensión, siempre que cumplan con requisitos específicos.
Estos trabajadores pueden retirarse antes de la edad ordinaria, e incluso en algunos casos a partir de los 52 años, gracias a los coeficientes reductores aplicados por la Seguridad Social.
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