Si has hecho reforma en tu casa, muy atento: Hacienda tiene una buena ventaja para ti

Muchos propietarios con más de una vivienda optan por alquilar su segunda casa como una forma de generar ingresos adicionales. Estos ingresos no solo proporcionan un beneficio económico, sino que también pueden ser una ayuda clave para cubrir gastos importantes. Por ejemplo, el pago de la hipoteca de la vivienda alquilada o incluso contribuir a las cuotas de la vivienda habitual.

Este tipo de práctica es bastante común en España, lo que ha llevado a Hacienda a prestar especial atención a los ingresos derivados del alquiler. El objetivo es asegurarse de que los propietarios cumplan con sus obligaciones fiscales y declaren correctamente las rentas obtenidas por este concepto.

Bonificación del 50% de Hacienda por alquiler de vivienda habitual

Desde hace varios años, Hacienda ofrece a los propietarios una bonificación del 50% sobre el rendimiento neto obtenido por el alquiler. Siempre y cuando la vivienda sea la residencia habitual del inquilino.

Esto significa que si tu inquilino utiliza el inmueble como su vivienda principal, solo tendrás que tributar sobre la mitad de los beneficios netos obtenidos.

¿Cómo aumentar la bonificación al 60% si haces reforma?

Existe una forma de incrementar esta bonificación de Hacienda hasta el 60%, pero solo en situaciones muy concretas. Para acceder a este porcentaje superior, tu vivienda alquilada debe estar ubicada en lo que se denomina una zona tensionada. Es decir, aquellas áreas donde la demanda de alquiler es extremadamente alta, y el acceso a la vivienda se ha vuelto más difícil y costoso.

Además, hay un requisito adicional: deberás haber realizado obras de rehabilitación o mejora en la vivienda en los dos últimos años. Estas reformas tienen como objetivo garantizar que los pisos alquilados se encuentren en buenas condiciones, lo que beneficia tanto a los propietarios como a los inquilinos en estas zonas de alta demanda.

Obligaciones fiscales: el dinero que se lleva Hacienda

Alquilar una vivienda no solo implica recibir una renta mensual, sino también cumplir con ciertas obligaciones fiscales. Si eres propietario de un inmueble alquilado, es fundamental que conozcas cómo declarar esos ingresos ante Hacienda y las bonificaciones a las que podrías acceder para reducir tu carga fiscal.

Cuando un propietario alquila su vivienda, las rentas recibidas deben ser declaradas en su declaración de la Renta como rendimientos del capital inmobiliario. Sin embargo, esto no significa que debas tributar sobre el 100% de los ingresos obtenidos. Hacienda permite deducir ciertos gastos relacionados con el alquiler, lo que puede reducir significativamente el importe final a tributar.

Entre los gastos deducibles se encuentran:

• Los gastos de comunidad.
• Los seguros de la vivienda.
• Los impuestos municipales.
• Las reparaciones y el mantenimiento del inmueble.