Hacienda está perdonando algunas deudas desde este año y este es el motivo
Desde hace poco Hacienda ha tomado la decisión de dejar de perseguir este tipo de deudas por el esfuerzo que supone
Hacienda ha tomado la decisión de dejar de perseguir algunas deudas fiscales. Una medida que, aunque puede parecer un gesto de buena voluntad hacia los contribuyentes, responde en realidad a un motivo práctico.
Desde Hacienda se está optando por perdonar aquellas deudas de muy bajo importe. Gestionar este tipo de impagos resulta económicamente ineficiente para la Administración. Los costos operativos asociados al cobro superan con creces el importe que se recaudaría.
El problema de Hacienda con las microdeudas
Las deudas de tan bajo importe suelen generarse por ajustes mínimos en liquidaciones fiscales, como redondeos o discrepancias en cálculos de pagos fraccionados. Hasta ahora, la política de Hacienda exigía reclamar estas cantidades, siguiendo el mismo procedimiento que para cantidades mayores: emitir notificaciones, procesar pagos y, en algunos casos, aplicar recargos por demora.
Sin embargo, este procedimiento tiene un costo administrativo considerable para Hacienda. Incluye la impresión y envío de notificaciones o el tiempo del personal encargado de gestionar las deudas y los sistemas informáticos utilizados para procesarlas.
Cuando el importe a recuperar no supera los 3 euros, la balanza entre gasto e ingreso se inclina claramente hacia la pérdida económica para la Administración. En esos casos, Hacienda perdona completamente la deuda.
Por esta razón, Hacienda ha decidido dejar de perseguir estas pequeñas deudas y concentrar sus recursos en gestiones más relevantes. Esta medida no solo permite ahorrar dinero, sino también liberar tiempo y personal para tareas más productivas.
Además, esta decisión evita a los contribuyentes molestias innecesarias por cantidades insignificantes. Tener que acudir al banco o realizar trámites para saldar importes mínimos.
¿Quiénes se benefician de esta decisión de Hacienda?
La medida afecta únicamente a contribuyentes que deben menos de 3 euros. Aquellos con impagos superiores seguirán sujetos a los procedimientos habituales, incluyendo recargos en caso de impago.
Cabe destacar que Hacienda no descarta ajustar este límite en el futuro, dependiendo de la evolución de los costos operativos y las políticas de recaudación.
Aunque la medida tiene un impacto económico mínimo en las arcas públicas, representa un cambio significativo en la manera en que Hacienda gestiona las deudas. Este enfoque más pragmático demuestra que la Administración está dispuesta a flexibilizar ciertos procedimientos cuando los costos superan los beneficios.
Por otro lado, el gesto de Hacienda también puede interpretarse como un intento de mejorar la relación con los ciudadanos, evitando imponerles cargas innecesarias por importes que resultan irrelevantes en el contexto global de la recaudación fiscal.
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