
Sorpresa mayúscula para una joven catalana tras comprar por internet: 'Estoy flipando'
La clienta ha recibido un paquete que nada tiene que ver con lo que pidió y que la ha dejado sorprendida
Normalmente, lo que pides por internet llega bien. Algunas veces más tarde de lo que te gustaría y, otras, con algún desperfecto. Pero al menos llega lo que has pedido.
Otra cosa es que pidas algo que por las imágenes parecía muy interesante y que, en realidad, sea un fiasco. Aquella típica frase de "lo que pides" y "lo que te llega". A menudo, sobre todo si lo compras en marcas de poca fiabilidad, las diferencias son notables.

Ahora bien, de ahí a recibir algo totalmente distinto, hay un trecho. Y eso es lo que le ha pasado a una clienta que, simplemente, se ha quedado de piedra al abrir su paquete: "Estoy flipando". Ya no es que no se parezca a lo que ella había pedido, es que es un artilugio diferente.
El pedido con sorpresa
Tal como ha mostrado la afectada a través de una fotografía, lo que ella había pedido era un collar y una sudadera. Todo muy normal hasta aquí, incluso el paquete antes de abrirse no parecía nada extraño. Aunque sí, de un tamaño no demasiado acorde a lo demandado, pero seguro que ni sospechó de lo que se iba a encontrar.
Al abrir el paquete la clienta seguro que se quedó con los ojos abiertos como platos. Y es que dentro del mismo había nada más y nada menos que un artilugio para una cafetera de bar. Concretamente, el típico hierro que sirve para calentar la leche a altas temperaturas.

Como es normal, la sorpresa, el desconcierto y el asombro fueron mayúsculos. Ese paquete no se parecía para nada a lo que ella había pedido, así que no pudo evitar compartirlo en redes sociales. Con un toque de humor, en los comentarios aseguran que en algún bar un barista sorprendido por haber recibido un collar y una sudadera.
El paquete y su polémica por la dirección
Más allá de esta anécdota, lo que más ha llamado la atención es que la clienta ha compartido los datos del pedido. Aun así, ella misma ha insistido en explicar que no son los de su casa, sino los del punto de recogida. Está claro que hoy en día hay que tener cuidado con lo que se publica y dónde.
Sea como sea, quienes deberán de apuntarse de nuevo la dirección de la afectada es la empresa que ha cometido este error garrafal. Desconocemos si le han hecho la devolución y, por fin, ha recibido lo que pidió. Sin duda, una experiencia única para contar y que nunca olvidará.
Más noticias: