La respuesta de un carnicero: esto es lo que no debes pedir nunca en la carnicería

En la era digital, las redes sociales se han convertido en plataformas donde profesionales de diversos campos comparten sus conocimientos y consejos. Rubén, “El Carnicero de TikTok”, es popular por sus consejos para comprar mejor en la carnicería. Uno de sus consejos más recientes ha generado debate: evitar pedir pechuga de pollo de forma aislada.

Así deberías comprar el pollo en la carnicería

En un video que acumula miles de visualizaciones, Rubén explica que solicitar únicamente pechuga de pollo es “un error fatal”. Según él, la opción más rentable y práctica es adquirir un pollo entero y solicitar al carnicero que lo despiece. Así, el cliente obtiene pechugas, alitas, muslos y esqueleto, útiles para varias recetas.

Rubén argumenta que, aunque algunas personas viven solas y prefieren comprar solo la pechuga, esta práctica no es la más eficiente. Al adquirir el pollo entero, se puede dividir en porciones y congelar las partes que no se consumirán de inmediato, optimizando así la inversión y reduciendo el desperdicio. Además, el esqueleto del pollo es ideal para preparar caldos caseros, aportando sabor y nutrientes a diversas recetas.

Este consejo no solo tiene implicaciones económicas, sino también nutricionales. Al aprovechar todas las partes del pollo, se obtiene una variedad de nutrientes que no están presentes únicamente en la pechuga.

Por ejemplo, las alitas y muslos contienen diferentes perfiles de grasas y proteínas que pueden enriquecer la dieta. Además, el consumo de caldos preparados con el esqueleto del pollo aporta colágeno y minerales beneficiosos para la salud.

La recomendación de Rubén ha generado diversas reacciones en las redes sociales. Algunos usuarios agradecen el consejo y comparten sus experiencias positivas al comprar el pollo entero. Otros dudan de la practicidad, especialmente por falta de espacio o dietas específicas.

Es importante destacar que, aunque este consejo puede ser beneficioso para muchos, cada consumidor tiene necesidades y circunstancias particulares. Es importante evaluar las opciones disponibles y considerar el presupuesto y las preferencias alimentarias. También hay que tener en cuenta el espacio de almacenamiento al planificar las compras.