El nutricionista Julio Basulto lo deja claro: por qué tus tomates ya no saben a nada
Según el nutricionista Julio Basulto, los tomates y otros alimentos frescos parecen haber perdido su sabor por un motivo
En una entrevista para El Periódico, el conocido dietista-nutricionista y docente universitario Julio Basulto abordó un problema que todos hemos notado. Los tomates y otros alimentos frescos parecen haber perdido su sabor. Según Basulto, esto no es solo una cuestión de cultivo o calidad, ya que trata, en gran parte, de cómo comemos en la actualidad.
El auge de los platos preparados
Basulto explica que nuestra alimentación está dominada por los productos precocinados y ultraprocesados. La falta de tiempo para cocinar en casa ha hecho que dependamos más de estos platos. Aunque son rápidos y prácticos, están cargados de sal, azúcares y potenciadores de sabor.
Estos aditivos artificiales modifican nuestra percepción del gusto. Al acostumbrarnos a sabores intensos y artificiales, los alimentos frescos como los tomates nos parecen insípidos. Para Basulto, esto tiene un impacto directo en nuestra relación con la comida y en nuestra salud.
El nutricionista advierte que el consumo excesivo de sal es un problema serio. Está relacionado con enfermedades cardiovasculares, hipertensión y problemas renales.
Los platos preparados suelen contener cantidades muy elevadas de sodio. Esto contribuye al desarrollo de enfermedades crónicas que podrían evitarse con una dieta más equilibrada.
Reducir la sal no solo es importante para la salud, sino también para disfrutar de los sabores reales de los alimentos. Según Basulto, reeducar nuestro paladar es clave para mejorar nuestra alimentación.
Para recuperar el sabor de los tomates y otros alimentos frescos, es necesario cambiar ciertos hábitos. Basulto recomienda reducir el consumo de ultraprocesados y priorizar alimentos frescos. Al hacerlo, nuestro sentido del gusto se ajusta y volvemos a disfrutar de los sabores naturales.
Esto no sucede de la noche a la mañana. Requiere tiempo y constancia. Sin embargo, los beneficios son enormes, ya que no solo recuperamos el verdadero sabor de los alimentos, sino que también mejoramos nuestra salud y relación con la comida.
Julio Basulto insiste en que hay una gran diferencia entre comida real y comida chatarra. Los alimentos frescos nos nutren y nos aportan beneficios a largo plazo. Por el contrario, los ultraprocesados pueden tener consecuencias negativas para la salud.
Más noticias: