La desconocida función de la lavadora que te cambiará la vida: casi nadie la conoce
Esta práctica no solo afecta la limpieza de la ropa, sino que también puede perjudicar la lavadora a largo plazo
La lavadora es uno de esos electrodomésticos que usamos casi a diario, pero pocas veces nos detenemos a analizar cómo aprovecharla al máximo. Un error común que cometemos es optar por ciclos cortos y agua fría, pensando que ahorramos tiempo y energía. Sin embargo, esta práctica no solo afecta la limpieza de la ropa, sino que también puede perjudicar la lavadora a largo plazo.
El impacto de los ciclos cortos y el agua fría
Cuando utilizamos programas rápidos y agua fría, las prendas no se lavan de forma efectiva. Las manchas más difíciles permanecen y, peor aún, las bacterias no se eliminan por completo.
Además, la lavadora sufre acumulaciones de residuos que pueden generar malos olores e incluso dañar el tambor o las tuberías. Es momento de preguntarse qué es realmente mejor: ahorrar unos minutos o cuidar tanto la ropa como el electrodoméstico.
Una de las funciones menos aprovechadas de las lavadoras es el uso de programas a altas temperaturas. Estos ciclos, aunque más largos, son ideales para limpiar en profundidad.
Beneficios de utilizar programas a mayor temperatura
A temperaturas de 60 grados, las bacterias desaparecen y las manchas se eliminan con mayor facilidad. Este detalle no solo beneficia a la ropa, dejándola en perfectas condiciones, sino que también ayuda a mantener la lavadora en buen estado. El calor actúa como un autolimpiador para el tambor, evitando la acumulación de moho y otros elementos perjudiciales.
Otro aspecto importante es el prelavado. Este programa es útil para tratar prendas especialmente sucias o con manchas difíciles.
Aunque muchas personas lo desconocen, es una herramienta eficaz para aflojar la suciedad antes del lavado principal, lo que garantiza un mejor resultado. Además, evita la necesidad de recurrir al lavado repetido, ahorrando agua y energía a largo plazo.
Elegir temperaturas más altas no significa que debamos descuidar el tipo de tejido. Es importante revisar las etiquetas de las prendas para asegurarnos de que soportan ese nivel de calor. Prendas delicadas o de colores vivos podrían dañarse con estos ciclos, por lo que es recomendable reservarlos para ropa blanca, toallas o sábanas.
Además de usar las funciones adecuadas, el mantenimiento regular de la lavadora es fundamental. Realizar un ciclo vacío con agua caliente de vez en cuando ayuda a eliminar los residuos acumulados. También es clave limpiar los filtros y secar las gomas tras cada uso para evitar la formación de moho.
Conocer y aprovechar estas funciones es una manera sencilla de prolongar la vida útil de la lavadora y mejorar la limpieza de la ropa. Aunque los ciclos largos y calientes puedan parecer una opción menos práctica, los beneficios que aportan tanto a las prendas como al electrodoméstico hacen que valgan la pena. Cuidar nuestra lavadora no es solo una cuestión de eficiencia, sino también de mantener un hogar más limpio y saludable.
Más noticias: